5 años de desperdicio: Catarata de roca volcánica de 600 mil años aguarda su debut turístico

Costa Rica, con su biodiversidad exuberante y escenarios naturales de ensueño, guarda secretos que anhelan ver la luz del día.

Enclavada en el encantador pueblo de Destierro, abrazado por las majestuosas laderas del volcán Turrialba, yace una maravilla sin igual: la catarata El Tótem.

Sin embargo, este tesoro natural ha permanecido en las sombras durante años, esperando ser revelado al mundo de manera sostenible.

Fue en 2008 cuando un grupo de jóvenes exploradores desafió la naturaleza salvaje y descubrió la catarata El Tótem en lo profundo del cañón cilíndrico.

Desde entonces, su asombrosa formación, resultado de erupciones ocurridas hace entre 600 mil y 250 mil años, ha esperado pacientemente que las autoridades y la sociedad aprovechen su potencial.

La singularidad de El Tótem reside en sus dos flujos de agua: uno de un río y otro que emerge como cortinas acuáticas desde fracturas en la roca volcánica.

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Alejandro Argüello, un eminente geólogo, señaló que la catarata se convierte en un puente entre la geología y la exploración, demostrando cómo entender la naturaleza puede dar lugar a la conservación y al turismo sostenible.

No obstante, este tesoro natural continúa en las sombras, olvidado por las autoridades.

A pesar de su potencial como motor económico y desarrollo regional, la catarata El Tótem permanece en el anonimato.

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Esta paradójica situación plantea una cuestión fundamental: ¿De qué sirve proteger la naturaleza si no se fomenta su desarrollo sostenible?

El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) tienen en sus manos la oportunidad de generar un cambio significativo.

La conservación es esencial, pero también lo es la creación de proyectos turísticos sostenibles que permitan a las personas explorar estos tesoros protegidos.

Un proyecto bien planificado no solo impulsaría la economía local, sino que también revitalizaría la economía a nivel nacional.

Imaginemos un futuro en el que la catarata El Tótem se convierta en un emblema del ecoturismo costarricense.

Inversiones en infraestructura, rutas seguras y educación ambiental podrían transformarla en una joya turística sin sacrificar su integridad natural.

Acceso guiado permitiría a los visitantes maravillarse con la cascada mientras aprenden sobre su geología y biodiversidad circundante.

Catarata El Tótem no solo sería un refugio para los aventureros y amantes de la naturaleza, sino también un testimonio vivo de cómo la exploración, la conservación y el turismo sostenible pueden tener un impacto positivo.

Es muy importante señalar que actualmente no están las condiciones y su ingreso es ilegal por lo que no lo fomentamos debido a la peligrosidad.

Enviamos las consultas al SINAC y en cuanto tengamos respuesta las publicaremos en este mismo espacio.