Carrera contra tiempo por megapuerto en Limón
Manuel Avendaño mavendano@larepublica.net | Lunes 10 febrero, 2014
Atrasos postergan inicio del proyecto
Carrera contra tiempo por megapuerto en Limón
Terminal no tiene permisos ambientales, ni vía de acceso para arrancar construcción
Atrasos y más atrasos han marcado el camino de la terminal de contenedores en Moín, por eso la solución para que el proyecto arranque sería que el gobierno cumpla con el análisis de los estudios ambientales y la construcción del camino de acceso.
Por otra parte, existen algunos cuestionamientos que no se pueden dejar de lado, como el posible daño que ocasionaría la terminal al humedal Cariari y a las áreas de desove de tortugas.
Para que el megapuerto se pueda construir primero se deben entregar los permisos de impacto ambiental por parte de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental, lo que permitiría dar el banderazo de arranque al proyecto.
Otorgar la viabilidad ambiental sería posible luego de que se analicen los estudios presentados por APM Terminals que explican cómo se construirá y se pondrá en operaciones la terminal con la menor afectación posible a la playa de Moín.
Además de los estudios ambientales, la concesionaria presentó informes sobre el supuesto impacto positivo que traerá el megapuerto a la zona del Caribe, principalmente en el impulso económico y en la reactivación social.
El otro punto que se debe superar es la construcción de la carretera que permitirá unir la ruta 32 con la zona donde se desarrollará la terminal.
Este camino permitiría el ingreso de los materiales para el megapuerto, además será ampliado en unos años para que se convierta en la principal ruta de acceso para los camiones que transporten contenedores.
Lo cierto es que la construcción del megapuerto debió iniciar de acuerdo con el calendario en octubre del año anterior, pero no se logró por los atrasos en los procedimientos burocráticos.
Una inversión de $1 mil millones para el país generaría mayor competitividad en la entrada y salida de mercancías desde el Caribe, también reactivaría la economía de Limón y ayudaría a generar más empleo en la provincia.
Por otra parte, no vendría a afectar directamente la labor del actual muelle de Moín que descarga contenedores, más bien se complementaría en un sistema de puertos especializados.
Lo que se busca es que las cargas generales como acero y vehículos lleguen a Moín, los contenedores al nuevo megapuerto y los cruceros atraquen en Limón centro para separar la atención de cada barco.
La provincia de Limón se ha considerado por mucho tiempo como una región olvidada con poco apoyo de los gobiernos, incluso de esta administración que en teoría debió ejecutar el proyecto Ciudad Puerto y que no logró los resultados esperados.
La apertura de la terminal pretende atraer inversión extranjera y complementarse con la zona económica especial que se abriría en el Caribe en los próximos años bajo el régimen especial de exoneraciones.
Posibles daños ambientales al humedal Cariari y afectación directa a las playas donde desovan tortugas son algunos de los cuestionamientos que retrasan los permisos para que inicie el proyecto.
La caída de combustible y aceite al mar que podría provocar contaminación es parte de las preocupaciones por las que se oponen algunos ambientalistas de la zona.
Aparte del supuesto impacto al medio ambiente, existen dudas sobre los efectos negativos que tendría el megapuerto sobre las operaciones de Japdeva.
Atender la mayor parte de los barcos que traen contenedores y mejorar considerablemente los tiempos de carga y descarga en relación con la labor que realiza el muelle actual de Moín sería un efecto negativo que denuncian los sindicatos y que podrían afectar algunos puestos de trabajo.
Manuel Avendaño
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