Hambre de promos
María Cisneros redaccion@larepublica.net | Martes 28 mayo, 2013
Ganancias crecen solo para marcas de mayor presencia
Hambre de promos
Exigencia de precios bajos presiona a restaurantes
Los precios bajos marcan la pauta para los restaurantes de comida rápida, y quien logre ofrecerlos ganará mucho dinero.
La ventaja la llevan las marcas que tienen un alto volumen de ventas, por la flexibilidad de bajar el margen de utilidad por producto pero aumentar las ganancias por volumen.
En lo que a precios bajos se refiere, más de la mitad de las personas escogerá su comida en función de los precios, indica un estudio de mercado hecho por Triada, consultora del sector.
Estas personas son las que simplemente cubren necesidades básicas, y el tiempo de comida más fuerte es el almuerzo.
Como se trata de un gasto fijo, de ahí que las personas cuiden el presupuesto que destinan a ello.
El gasto promedio de una persona para comer ronda los $6,5 por visita.
Aunque el monto parece bajo, estamos frente a un negocio que el año pasado facturó $360 millones, estimó Esmeralda Barreiro, directora general de Triada Research.
Ese monto de dinero sale de multiplicar la cantidad de visitas, que llegan a ser hasta siete por trimestre por persona.
En lo que respecta a cantidad, el mercado estima alrededor de 1,4 millones de consumidores que frecuentan estos locales al menos una vez al trimestre.
Ganar un porcentaje de ese dinero atrae más inversores a arriesgar capital en franquicias de comidas.
Antes de aventurarse, es importante que analice cuán competitivo puede ser.
El primer factor para tener éxito en el fast food es tener al menos cinco locales, y para eso es necesario un capital inicial elevado.
La cantidad de locales del sector aumentó un 60% entre 2008 y 2012, siendo Subway el de mayor crecimiento porcentual al doblar en ese lapso sus espacios.
Más de la mitad de los clientes pertenecen a su programa de lealtad, lo que les permite medir la fidelidad, explicó Natalia Castro, gerente de Mercadeo del restaurante.
El segundo aspecto es analizar bien los costos, porque la guerra de precios bajos obliga a plantear una ecuación utilidad baja por producto, pero una venta masiva.
En esto ha sido muy exitoso Taco Bell, que en cuestión de cuatro años subió unas cuatro posiciones en preferencia.
Por último, al momento de firmar el contrato con la franquicia, el empresario debe garantizar que la comisión a pagar sea sobre ganancias y no sobre ingresos.
Sin embargo, esta fórmula no es aplicable para todos.
Existe un segmento de consumidores que está dispuesto a pagar más por la comida, y lo hace en una ocasión especial.
Cuando la circunstancia es un cumpleaños, celebración o invitación a una amistad, el gasto por persona se triplica.
Las frecuencias son menos, pero la ganancia es mayor.
Por eso la recomendación para restaurantes casuales es medir cuán susceptibles son sus clientes al precio, o si por el contrario están dispuestos a pagar más a cambio de calidad y servicio.
María Fernanda Cisneros
mcisneros@larepublica.net