Incertidumbre rodea generación eléctrica distribuida
Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Viernes 20 febrero, 2015
ICE mantendrá plan piloto, mientras Aresep aprobó contrato para nuevos generadores
Incertidumbre rodea generación eléctrica distribuida
Encarecimiento de costos para incorporarse a la red podrían dar al traste con programa
La generación eléctrica distribuida a partir de fuentes no contaminantes, principalmente de tipo solar, podría verse afectada en tanto los interesados en instalar sistemas de este tipo no tengan claros los costos en los que deberán incurrir.
El ICE no podrá incluir a más compañías en este plan piloto, ya que a partir de ahora los interesados deben ajustarse a la normativa de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos. Por lo pronto, esta autoridad aprobó ayer el contrato de generación distribuida que deberán firmar las empresas con las compañías eléctricas del país.
Se hará un solo documento y se aplicarán las mismas reglas a nivel nacional, señaló la Aresep en un comunicado de prensa.
Sin embargo, aún no está definido cuál sería el costo de acceso a la red, ni los parámetros de equipos que deben comprarse, con el fin de que la energía tenga el voltaje adecuado y no provoque problemas a otros usuarios.
Esta indefinición preocupa a los distribuidores de estos equipos, ya que puede encarecer los costos y desestimular que otras empresas participen en la autogeneración eléctrica.
Con el plan piloto se han generado alrededor de 1.000 empleos, directos e indirectos, a pesar de que los proyectos de generación eléctrica apenas cubren un 0,3% de la matriz eléctrica, señaló Alejandro Brenes, gerente de Enertiva.
“Una ampliación de apenas el 1% de la capacidad de producción instalada en el país generaría gigantescos beneficios a los costarricenses”, propuso Brenes.
El plan piloto del ICE se inició en 2010 con una meta de potencia de 5 megavatios. Sin embargo, por la aceptación que tuvo se amplió a 10 megavatios y concluiría en 2015.
Los sistemas de energía distribuida han sido incluidos en hogares, escuelas, restaurantes, lecherías, gasolineras, empresas de servicios e incluso en estadios. La expectativa de quienes los han instalado es disminuir costos con el uso de tecnologías limpias.
Rodrigo Díaz
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