Nuevo puente sería más barato, seguro y menos penoso

Platina saldrá más cara de la cuenta

Se invertirán $12 millones más en reparaciones

El dicho “salió más caro el caldo que los huevos” calza a la perfección para el puente del Virilla en la ruta General Cañas, o mejor dicho “el puente de la platina”.
Los arreglos que se han contratado no solo saldrán más caros que construir una nueva estructura, sino que ayudaron a restar popularidad al Gobierno y a poner en riesgo a la población más de la cuenta.
En cuanto al costo, se estima que se pagará aproximadamente $1 millón más en arreglos de lo que hubiera costado levantar un puente al lado del actual.
Los datos surgen al sumar todo lo que se ha invertido en trabajos de rehabilitación en relación con lo que estima el propio Conavi que saldría construir otro paso.
En la rehabilitación del puente que está en licitación y los trabajos que se han venido realizando desde 2009, se habrán invertido cerca de $12 millones.
En cambio un puente nuevo se hubiera hecho con $11 millones, estimaron José Luis Salas y Christian Vargas, exdirector y gerente de conservación de vías y puentes del Conavi.
La imagen del gobierno también saldrá más desgastada con las constantes reparaciones.
Si se hubiera decidido reponer la fatigada estructura, la presidenta Laura Chinchilla se hubiera evitado mucha de la chota y molestia que ha causado la incapacidad de poner fin de una vez por todas al tema de “la platina”.
Es más, si al inicio de su gestión hubiera decretado emergencia con el puente y contratado las obras de forma directa, ya estuviera cerca de tener el problema resuelto.
Para economizar fondos, lo conveniente era haberle apostado al nuevo paso y, mientras tanto, hacerle algunas intervenciones menores al puente de la platina.
De haberse hecho así, la presidenta Chinchilla se habría ganado unos puntos adicionales en su imagen al mostrar capacidad de resolver problemas.
En cambio el caos que podrían causar los trabajos que se harán al puente en las próximas semanas —a pocos meses de concluir este gobierno— más bien le podrían pasar una cara factura a Chinchilla.
Recordemos las reacciones negativas en redes sociales y medios de comunicación que generó la densa congestión que provocaron los trabajos anteriores.
En cuanto al puente de la platina, las reparaciones integrales se hubieran realizado cuando estuviera el nuevo operando, sin ocasionar ni poner en riesgo a trabajadores que harán la obra.
Una mayor seguridad para el usuario es otro punto a favor de un puente sustituto.
A simple vista se nota que las condiciones de la platina no son las adecuadas para soportar los casi 95 mil autos al día que pasan por él, algunos con más peso del permitido.
Por ejemplo el puente sufre una importante corrosión en las bases; además la losa de concreto se está desprendiendo y presenta una importante erosión.
A eso se suman la excesiva vibración que produce el paso de los vehículos y el desprendimiento de los tornillos que soportan las barandas en el paso peatonal.

 

 

 

 

Danny Canales
dcanales@larepublica.net