Recurso de vida o muerte: Sala IV
Maria Siu msiu@larepublica.net | Martes 13 mayo, 2014
Asegurados claman por atención oportuna y despacho de medicamentos
Recurso de vida o muerte: Sala IV
Caja ofrece priorizar los casos más graves como respuesta inmediata
Resumen ejecutivo
Un recurso de amparo se convierte en la última esperanza para muchas personas, que requieren una intervención médica que la Caja puede resolver en el tiempo deseado.
Esta es una realidad para miles de personas que acuden a la vía judicial para pedir atención, aunque los administrativos de la institución indican que de los 400 mil asegurados en lista de espera, ninguno está en riesgo de muerte.
El tiempo de espera para una cirugía en este momento puede requerir casi ocho meses, mucho menos que los casi dos años que se debía esperar en 2011.
Aunque le detectaron cálculos renales desde 2011, nunca la operaron.
Para colmo de males, en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia le informaron dos años después, que era difícil reprogramar su cirugía porque habían perdido su expediente.
La afectada pidió el anonimato, requiere una cirugía urgente y su condición se agrava cada día, según la Clínica del Dolor de Turrialba.
Este es solo uno de los casos que llegan a la Sala Constitucional como medida de desesperación por parte de los asegurados.
Hoy, los recursos de amparo son literalmente de vida o muerte.
No es el único con una historia de este tipo.
También, un hombre tiene seis años de esperar por un reemplazo de rodilla, o bien, una señora mayor con cataras en los ojos deberá esperar hasta 2016 por la cirugía, en el Hospital San Rafael de Alajuela.
El cambio de medicamentos y los criterios encontrados entre los médicos de los hospitales y la Caja se suman a la lista de problemas.
El médico de un hombre con seis años de padecer cáncer pidió un tratamiento menos invasivo y tóxico para mejorar la calidad de vida del paciente.
Sin embargo, el Comité Central de Farmacoterapia de la Caja dijo que no avalaba el cambio.
Los niños no escapan a la demora. La madre de un menor de nueve años recurrió al Tribunal Constitucional debido a que el Hospital Nacional de Niños programó una cirugía para el alargamiento de pierna de su hijo dentro de cuatro años.
Lo anterior significa, que si el niño hubiera esperado, la operación no tendría sentido, dado que su hijo ya no estaría en etapa de crecimiento y la cirugía sería un fracaso, según el médico.
LA REPÚBLICA consultó a la Caja el estado de estos casos, el porqué de la demora en la atención y las razones del rechazo al cambio de medicamentos para algunos pacientes, pero no hubo respuesta.
Sin embargo, la posición de la presidenta entrante es crear una manera para identificar los casos más graves, donde el tiempo es un factor determinante para tener éxito en la cirugía, dijo María del Rocío Sáenz, rectora de la Caja.
“No es lo mismo una cirugía que podría esperar y en el periodo no se complica, es decir no es progresiva, a una que pone en riesgo la vida, la calidad de vida y la muerte”, dijo.
La Sala Constitucional dio hasta este año para que la Caja reduzca las listas de espera. Sin embargo, los recursos ante el Tribunal no paran de llegar.
Hoy una persona debe esperar casi ocho meses.
Aunque parezca mucho, en 2011 era peor pues el plazo era de casi dos años.
A la fecha al menos 400 mil asegurados se encuentran en listas de espera tanto para una cirugía, como para un diagnóstico.
Sin embargo, los pacientes no estarían en riesgo de muerte, según la Caja.
María Siu Lanzas
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