Tortura vial por atraso de concesión
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Viernes 29 junio, 2012
Reconstrucción de ruta del “hueco” y “la platina” debió iniciar en 2006
Tortura vial por atraso de concesión
En noviembre se conocerá si autopista será reparada por empresa brasileña
El atraso de seis años en la puesta en marcha de la concesión para reparar y ampliar la carretera General Cañas, la del “hueco” y “la platina”, es lo que tiene al país inmerso en congojas.
La reconstrucción de la principal carretera nacional, con un tránsito de 100 mil vehículos al día, debió arrancar en 2006; no obstante, a la fecha no hay certeza de que la obra se realice.
El inadecuado mantenimiento que ha recibido por más de cuatro décadas es lo que ha incidido en el hundimiento de esta semana y en el desgaste que padece el puente de la platina.
Mediante la concesión se procuraba reforzar las bases de la carretera para llevar la estructura a ocho y seis carriles en los tramos más transitados, así como sustituir el pavimento.
Incluye además la reparación del puente de la platina y la construcción de una estructura adicional de cuatro carriles, para llevar la capacidad a ocho vías.
De haberse iniciado las obras en 2006 y completado dos años más tarde, como previó el contrato, se habrían evitado las torturas que han sufrido los usuarios de esa vía en los últimos tres años.
Incumplimientos por parte del Estado y de la empresa Autopistas del Valle, grupo a cargo de la concesión vial, es lo que ha impedido que se mejore la condición del camino.
No tener a tiempo las expropiaciones de los terrenos necesarios para hacer las ampliaciones fue el principal pecado que cometió la administración; no conseguir los recursos para realizar los trabajos, el de la empresa.
Ahora se busca rescatar el proyecto pero, de lograrse, los trabajos no arrancarán antes del segundo trimestre del próximo año.
La empresa brasileña OAS es la que tiene en sus manos resucitar la concesión, pues aspira a que Autopistas del Valle le ceda la obra.
La suramericana realiza los estudios técnicos para determinar si la cantidad de vehículos que transitan por la vía son suficientes para recuperar la inversión que hará.
Y es que la demora en el inicio de las obras en la General Cañas ha duplicado su precio. En un principio se fijó su costo en $270 millones y ya va por $550 millones.
Cuando se acordó dar la ruta General Cañas en concesión —a finales de los años 90— se justificó que era necesario reconstruirla y ampliarla debido a su mal estado y al aumento de la demanda.
Pero el atraso en el inicio de los trabajos desmejoró más su estado, pues en esos años solo se le sustituyó la capa de asfalto y no se atendieron los daños de las bases.
El deterioro del puente de la platina, que en más de dos años no se ha podido resolver y el hueco, son las secuelas de que la carretera General Cañas no haya sido reparada.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Tortura vial por atraso de concesión
En noviembre se conocerá si autopista será reparada por empresa brasileña
La reconstrucción de la principal carretera nacional, con un tránsito de 100 mil vehículos al día, debió arrancar en 2006; no obstante, a la fecha no hay certeza de que la obra se realice.
El inadecuado mantenimiento que ha recibido por más de cuatro décadas es lo que ha incidido en el hundimiento de esta semana y en el desgaste que padece el puente de la platina.
Mediante la concesión se procuraba reforzar las bases de la carretera para llevar la estructura a ocho y seis carriles en los tramos más transitados, así como sustituir el pavimento.
Incluye además la reparación del puente de la platina y la construcción de una estructura adicional de cuatro carriles, para llevar la capacidad a ocho vías.
De haberse iniciado las obras en 2006 y completado dos años más tarde, como previó el contrato, se habrían evitado las torturas que han sufrido los usuarios de esa vía en los últimos tres años.
Incumplimientos por parte del Estado y de la empresa Autopistas del Valle, grupo a cargo de la concesión vial, es lo que ha impedido que se mejore la condición del camino.
No tener a tiempo las expropiaciones de los terrenos necesarios para hacer las ampliaciones fue el principal pecado que cometió la administración; no conseguir los recursos para realizar los trabajos, el de la empresa.
Ahora se busca rescatar el proyecto pero, de lograrse, los trabajos no arrancarán antes del segundo trimestre del próximo año.
La empresa brasileña OAS es la que tiene en sus manos resucitar la concesión, pues aspira a que Autopistas del Valle le ceda la obra.
La suramericana realiza los estudios técnicos para determinar si la cantidad de vehículos que transitan por la vía son suficientes para recuperar la inversión que hará.
Y es que la demora en el inicio de las obras en la General Cañas ha duplicado su precio. En un principio se fijó su costo en $270 millones y ya va por $550 millones.
Cuando se acordó dar la ruta General Cañas en concesión —a finales de los años 90— se justificó que era necesario reconstruirla y ampliarla debido a su mal estado y al aumento de la demanda.
Pero el atraso en el inicio de los trabajos desmejoró más su estado, pues en esos años solo se le sustituyó la capa de asfalto y no se atendieron los daños de las bases.
El deterioro del puente de la platina, que en más de dos años no se ha podido resolver y el hueco, son las secuelas de que la carretera General Cañas no haya sido reparada.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net