Abrace a los árboles
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 25 mayo, 2018
Pasear por el bosque o por un jardín con árboles aumenta la concentración de células NK (del inglés “natural killer”) en sangre, un tipo de glóbulo blanco que contribuye a la lucha contra las infecciones y el cáncer.
¿Interesante verdad? Eso fue demostrado por el inmunólogo Qing Li, de la Escuela de Medicina de Tokio, quién además asegura que las personas que practican el “Shinrin–Yoku” (“baño de bosque”) tienen un descenso en la media de infartos de un 5,8 %.
Li explica que los que producen este efecto benéfico sobre nuestro sistema inmunitario son los compuestos volátiles emitidos por los árboles.
Quizás por eso, personas como Ernesto afirman que se sienten muy bien luego de abrazar el tronco de un árbol por algunos minutos.
Eso sí, un paseo por zona de arboleda debe realizarse con plena conciencia, mediante todos los sentidos, de la belleza y los aromas que nos rodean.
Algo muy diferente, por cierto que utilizar únicamente la vista y el oído para ver una pantalla de televisor, computadora o teléfono móvil.
Si bien durante la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del actual hemos utilizado mucho la vista y el oído para aprovechar las nuevas tecnologías, también es cierto que las actuales tendencias nos recuerdan que tenemos otros sentidos que debemos utilizar para que no se atrofien o pierdan su plena capacidad, como el olfato.
Al disfrutar los aromas de árboles, jardines o huertas estaremos recuperando esos placeres que además benefician la salud y reducen costos en sanidad.
Los árboles y las plantas emiten compuestos aromáticos. Esas sustancias constituyen un rico lenguaje con el que las plantas se comunican en un verdadero código de mensajes.
El olor de las flores, las plantas y los árboles, algunos más intensos y otros más sutiles, constituyen atmósferas fragantes beneficiosas para nuestra salud y de mucho disfrute por medio del olfato.
Por cierto, “biofilia” , amor a la vida, es un término creado por Edward O. Wilson, un biólogo especialista en evolución, perteneciente a la Universidad de Harvard, quien asegura que permanecer en contacto con la naturaleza es de vital importancia para un buen desarrollo psicológico de los seres humanos.
Esta tesis se demostró mediante un estudio realizado en el Instituto de Salud Global de Barcelona, en España, el cual definió que estar en contacto con la naturaleza es muy beneficioso para la salud y hasta es posible que propicie cambios favorables en las estructuras cerebrales de las personas.
La gente que vive cerca de áreas verdes sufre menos problemas de salud, especialmente depresión y ansiedad, que quienes habitan en espacios rodeados de cemento, según una publicación de El Journal of Epidemiology and Community Health.
Este fue el resultado de una investigación realizada en Holanda con más de 300 000 adultos y niños de ese país.
Los que vivían cerca de la naturaleza mostraron índices más bajos y reducciones en los riesgos de sufrir 15 dolencias diferentes, entre ellas enfermedades cardiacas, diabetes, dolor crónico de cuello y espalda, asma y migrañas.
En algunos países ya se desarrollan planes para que las personas reciban beneficios para su salud por medio del contacto directo con la naturaleza.
En Inglaterra, por ejemplo, la campaña “Espacios para respirar”, consiste en convencer a los ingleses para que dediquen más horas a estar en la naturaleza y así incrementar su bienestar general y disminuir los gastos sanitarios.
¿Y en Costa Rica? Tenemos una prodiga naturaleza que proteger, admirar y disfrutar.
Por nuestra salud aprovechemos esta agradable medicina preventiva que puede ayudarnos a tener una mejor salud o a curarnos si esta se ha deteriorado.
Incluya los paseos por espacios con arboledas o directamente por el bosque, pero si no los tiene a mano busque sitios donde aspirar el aroma de la naturaleza.
Carmen Juncos
Editora Jefa y Directora de proyectos
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