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FORO DE LECTORES


Agencia de Innovación y Desarrollo Productivo para PYMES

Federico Li fli@uned.ac.cr | Jueves 16 marzo, 2023


Federico Li


El desarrollo inclusivo y sostenible de Costa Rica, principalmente en los distritos y los cantones menos desarrollados requiere de la más amplia participación de todos los actores de la sociedad, aprovechando las capacidades país en diferentes áreas del conocimiento y los potenciales de su dinámica económica, política y social.

Precisamente, dentro de estas potencialidades es posible citar el capital humano, las capacidades tecnológicas, el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), el Fondo de Crédito al Servicio de la micro, pequeña y mediana empresa (FODEMIPYMES), la transferencia de conocimiento de las universidades públicas sin costo, así como el conocimiento científico con que contamos y el que se pueda generar en el presente y futuro próximo.

Tal desarrollo no se puede lograr solo con inversión extranjera, apertura comercial o incentivos tributarios, requiere decididamente del fortalecimiento de las capacidades de los micronegocios, micro, pequeñas y medianas empresas, además de mejorar el funcionamiento de los mercados, aumentar la capacidad adquisitiva de los consumidores y forjar un tejido productivo más robusto a lo interno de la economía para aprovechar las capacidades de encadenamientos de las grandes empresas nacionales y transnacionales, como mercados externos.

Desde el siglo pasado, principalmente con los tres planes de ajuste estructurales en los años ochenta, Costa Rica ha venido apostado, en su política pública, al fomento de las exportaciones y la atracción de inversión extranjera con el objetivo de aprovechar los mercados externos. Sin embargo, los esfuerzos de encadenar productivamente al resto de la economía no han sido posibles en la misma dimensión de lo realizado.

Además, dado el peso de la demanda interna en la demanda agregada total, la activación del motor interno es de vital importancia para lograr un crecimiento dinámico y sostenido de la producción, por lo que es imperativo fomentar la participación de las pequeñas y medianas empresas nacionales en las cadenas globales de valor y, así, dinamizar sus capacidades de generación de empleo y de riqueza.

Para alcanzar un alto índice de crecimiento que satisfaga las expectativas sociales, el país requiere de un parque empresarial de Pymes mucho más dinámico en relación con el desempeño de los últimos 30 años. Requiere de una fuerte innovación que permita incorporar altos niveles de valor agregado en el proceso productivo. El dinamismo que necesita la economía costarricense para dar respuesta a las demandas sociales de empleo, reducción de la pobreza y mejor distribución del ingreso, así como la generación de los recursos fiscales necesarios para atender las necesidades sociales, urge de la reactivación de los motores interno y externo.

Para alcanzar lo anterior, se necesita, ineludiblemente, del aumento de las capacidades competitivas de las Pymes, que hoy enfrentan una enorme disparidad en la productividad, comparadas con las empresas grandes y con las Pymes de los países desarrollados, en prácticamente todos los sectores productivos, lo cual se explica en múltiples causas, como: dificultades en uso de tecnologías avanzadas e innovación, problemas de acceso a mercados, informalidad del parque empresarial y crédito caro, entre otras. Todas esas causas operan juntas y correlacionadas siendo que sus manifestaciones se muestran en la totalidad de la economía nacional.

Las deficiencias en la productividad de las Pymes, así como su gran importancia relativa en contribuir con el Producto Interno Bruto (PIB) y el empleo, de manera agregada, se manifiestan en la productividad total de la producción nacional. En esa línea, es necesario y urgente el acompañamiento directo para solventar las limitaciones en conocimientos técnicos de producción como administrativos, en los métodos de administración, en gestión, en el cumplimiento de los trámites instituidos, en la incorporación de innovación y, además, en las barreras que afrontan para acceder a fondos de financiamiento en condiciones de mercado.

De las redes de apoyo a las Pymes

A pesar de que Costa Rica cuenta con una amplia red de apoyo a las Pymes con un profuso marco legal, que comprende todos y cada uno de los sectores productivos, al mismo tiempo que se ha dado una amplia formulación de políticas públicas que señalan claramente la responsabilidades de cada uno de los actores, la realidad es que persisten fallas que impiden impulsar con eficiencia el desarrollo productivo dinámico y no se responde con la celeridad requerida a las exigencias cambiantes de los mercados, cada vez más sofisticados como exigentes.

Ministerios como el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Ministerio de Comercio Exterior (Comex), e instituciones como el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), la Promotora de Innovación e Investigación, el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), tienen dentro de sus objetivos el apoyo a las Pymes.

No obstante, se necesita una instancia que integre todas esas perspectivas, enfoques y esfuerzos, y que, a la vez, trabaje al nivel más básico de acompañamiento con las Pymes, solventando los requerimientos específicos acorde con las necesidades que manan en las distintas etapas de vida de las empresas.

La institucionalidad de apoyo a las Pymes se presenta, a los ojos de los pequeños empresarios, muy desordenada, dispersa, confusa, burocrática y difícil de accesar. Aún más, se percibe la carencia de mecanismos efectivos de coordinación en toda la oferta de servicios empresariales existentes en el país, que permitan el eficiente aprovechamiento de los recursos para lograr impactos fehacientes en el crecimiento del parque Pymes.

Con el paso de los años no se ha logrado generar las sinergias necesarias para el desarrollo de una verdadera agencia de acompañamiento de las Pymes, que trabaje de la mano con estas, resolviendo los problemas puntuales junto al empresario y no desde la perspectiva de la capacitación en masa, el diagnóstico general y las aplicaciones teóricas, con escaso o nulo involucramiento directo con el gestor privado. Costa Rica necesita de una Agencia de Innovación y Desarrollo Productivo para PYMES.

Para impactar positivamente y mover hacia la competitividad el parque micro, se requiere de un esfuerzo sostenido de acompañamiento directo a este empresariado, que representa el 97% del total del parque empresarial costarricense, que genera el 37% del empleo formal y aporta 37% del PIB, según datos del MEIC para mediados del 2022.

Por las razones anteriores, es necesario generar una nueva modalidad institucional, que tenga la capacidad de articular los entes existentes, con presencia en todo el país, a partir de métodos de apoyo directos, con conocimientos profundos del desarrollo empresarial de las pymes, con las capacidades para una ejecución ágil de soluciones en los distintos ámbitos de las necesidades en cualquier estadio del ciclo de vida y que trabaje con metas concretas para mejorar las condiciones competitivas de los beneficiarios.

La Universidad Estatal a Distancia (UNED) posee las capacidades humanas y operativas, así como la experiencia para llevar adelante esta tarea.







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