Al fin... megapuerto
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Jueves 22 marzo, 2012
Luz verde recibe nueva terminal en Moín
Al fin... megapuerto
Obra requiere inversión de $621 millones en primeros tres años
Costa Rica tendrá en 2016 un megapuerto en el que podrán atracar buques con capacidad de hasta 8 mil contenedores.
Ayer la empresa holandesa APM Terminals fue autorizada para que construya la amplia estructura en la comunidad de Moín.
El proyecto comprende una inversión de $621 millones en los primeros tres años para la construcción y equipamiento del puerto y otros $336 millones en los siguientes 25 años.
Por su parte, los usuarios deberán pagar una tarifa de $223 por contenedor siempre y cuando el gobierno cumpla una serie de ofrecimientos que le hizo a la empresa. Si no, la tarifa sube a $246.
El Caribe es la zona más importante para el comercio nacional, ya que por ahí se trasiega el 80% de los productos que se consumen en el país.
Para los limonenses además representará una importante fuente de trabajo, ya que solo en la primera fase de construcción se necesitarán mil empleados.
La nueva terminal ayudará también al país a salir de la lista negra entre los puertos más ineficientes del planeta.
Actualmente ocupa la posición 137 de 142 naciones que evaluó el Foro Económico Mundial, en su último estudio de competitividad.
La atracción de nuevas empresas al Caribe es otro de los beneficios que traerá la megaterminal de contenedores.
En ese sentido, hay al menos dos zonas francas, un hotel y un condominio de lujo en trámite para instalarse en Limón, según investigación de LA REPUBLICA.
La construcción de la obra iniciará a más tardar en setiembre del año entrante. Se hará en tres fases.
Antes APM Terminals deberá completar los estudios ambientales, de suelo, climatológicos y de olas que le servirán para terminar el diseño.
La nueva terminal será una isla artificial. Para su construcción se le deberá quitar terreno al mar.
La primera etapa comprenderá 40 hectáreas de terreno. Ahí se harán dos puestos de atraque de barcos que juntos sumarán 600 metros, seis grúas que podrán atender los barcos que pasarán por el canal de Panamá cuando se amplíe y un rompeolas de 1,5 kilómetros.
Con esas facilidades y tomando en cuenta que el muelle tendrá una profundidad de 16 metros, podrá atender dos buques con espacio para 8 mil contenedores de forma simultánea.
Actualmente los barcos más grandes que atracan en el puerto de Moín tienen capacidad para trasladar 2.500 contenedores.
La autorización de la Contraloría General de la República para que el grupo holandés construya la terminal de contenedores alienta a una parte del sector empresarial y a otro no.
Algunos sectores productivos consideran que las tarifas son abusivas; en el caso de los bananeros estiman que el cobro de $223 por contenedor encarecerá su producción.
Mientras, para quienes están a favor, el proyecto no solo implicará la modernización de nuestros puertos, mejorando la competitividad del país, sino también tener muelles eficientes a buenos precios y con servicios de calidad mundial, dijo Manuel H. Rodríguez, presidente de la Unión de Cámaras.
Esta concesión se gestionó en el gobierno de Oscar Arias, y fue parte de sus promesas de campaña; sin embargo empieza a ver la luz hasta en la actual administración.
El nuevo muelle es parte del plan de desarrollo del país, que comprende además la ampliación de la ruta a Limón, una nueva ruta entre el Caribe y la zona norte, la ampliación de la refinería y una terminal petrolera, detalló la presidenta Laura Chinchilla.
La terminal de contenedores es el quinto proyecto que se desarrolla en el país mediante el modelo de concesión de obra pública.
Esta figura le permite a la empresa privada financiar, construir y operar el puerto por un plazo determinado y cobrar una tarifa para recuperar la inversión y las utilidades convenidas. En este caso, el contrato tiene vigencia por 33 años.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Al fin... megapuerto
Obra requiere inversión de $621 millones en primeros tres años
Ayer la empresa holandesa APM Terminals fue autorizada para que construya la amplia estructura en la comunidad de Moín.
El proyecto comprende una inversión de $621 millones en los primeros tres años para la construcción y equipamiento del puerto y otros $336 millones en los siguientes 25 años.
Por su parte, los usuarios deberán pagar una tarifa de $223 por contenedor siempre y cuando el gobierno cumpla una serie de ofrecimientos que le hizo a la empresa. Si no, la tarifa sube a $246.
El Caribe es la zona más importante para el comercio nacional, ya que por ahí se trasiega el 80% de los productos que se consumen en el país.
Para los limonenses además representará una importante fuente de trabajo, ya que solo en la primera fase de construcción se necesitarán mil empleados.
La nueva terminal ayudará también al país a salir de la lista negra entre los puertos más ineficientes del planeta.
Actualmente ocupa la posición 137 de 142 naciones que evaluó el Foro Económico Mundial, en su último estudio de competitividad.
La atracción de nuevas empresas al Caribe es otro de los beneficios que traerá la megaterminal de contenedores.
En ese sentido, hay al menos dos zonas francas, un hotel y un condominio de lujo en trámite para instalarse en Limón, según investigación de LA REPUBLICA.
La construcción de la obra iniciará a más tardar en setiembre del año entrante. Se hará en tres fases.
Antes APM Terminals deberá completar los estudios ambientales, de suelo, climatológicos y de olas que le servirán para terminar el diseño.
La nueva terminal será una isla artificial. Para su construcción se le deberá quitar terreno al mar.
La primera etapa comprenderá 40 hectáreas de terreno. Ahí se harán dos puestos de atraque de barcos que juntos sumarán 600 metros, seis grúas que podrán atender los barcos que pasarán por el canal de Panamá cuando se amplíe y un rompeolas de 1,5 kilómetros.
Con esas facilidades y tomando en cuenta que el muelle tendrá una profundidad de 16 metros, podrá atender dos buques con espacio para 8 mil contenedores de forma simultánea.
Actualmente los barcos más grandes que atracan en el puerto de Moín tienen capacidad para trasladar 2.500 contenedores.
La autorización de la Contraloría General de la República para que el grupo holandés construya la terminal de contenedores alienta a una parte del sector empresarial y a otro no.
Algunos sectores productivos consideran que las tarifas son abusivas; en el caso de los bananeros estiman que el cobro de $223 por contenedor encarecerá su producción.
Mientras, para quienes están a favor, el proyecto no solo implicará la modernización de nuestros puertos, mejorando la competitividad del país, sino también tener muelles eficientes a buenos precios y con servicios de calidad mundial, dijo Manuel H. Rodríguez, presidente de la Unión de Cámaras.
Esta concesión se gestionó en el gobierno de Oscar Arias, y fue parte de sus promesas de campaña; sin embargo empieza a ver la luz hasta en la actual administración.
El nuevo muelle es parte del plan de desarrollo del país, que comprende además la ampliación de la ruta a Limón, una nueva ruta entre el Caribe y la zona norte, la ampliación de la refinería y una terminal petrolera, detalló la presidenta Laura Chinchilla.
La terminal de contenedores es el quinto proyecto que se desarrolla en el país mediante el modelo de concesión de obra pública.
Esta figura le permite a la empresa privada financiar, construir y operar el puerto por un plazo determinado y cobrar una tarifa para recuperar la inversión y las utilidades convenidas. En este caso, el contrato tiene vigencia por 33 años.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net