Alberto Durero: Un genio obra por obra
Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Lunes 26 enero, 2015
70 grabados de Alberto Durero son exhibidos en los Museos del Banco Central
CULTURA
Alberto Durero: Un genio obra por obra
La muestra “Durero-Genio del Renacimiento” estará abierta al público hasta el 26 de abril
Setenta grabados del artista alemán Alberto Durero invitan a hacer un viaje en el tiempo, para conocer diferentes etapas de su carrera con la que rompió esquemas de su época.
Se trata de la exhibición “Durero-Genio del Renacimiento” que está presentando Museos del Banco Central, y que reúne piezas que elaboró el europeo entre 1496 y 1522.
Luego se pueden observar piezas de los periodos en los que pule su talento y se convierte en maestro. Tres de sus grandes obras culmen de su concepto del arte son “El caballero, la muerte y el diablo”, “Melancolía I” y “La virgen y el niño en la muralla”.
El cierre del recorrido es con las series “La pequeña pasión” y “La vida de la Virgen”, ya que “él consideraba que la imagen vale más que mil palabras y podía llegar a todo público”, explicó Rosa Perales Piqueres, curadora de la muestra.
“Es un viaje desde inicios de su carrera hasta el final porque hay obras que fueron realizadas justo al final, por ejemplo “El gran carro triunfal de Maximiliano I”, que es su relación con el poder, esa se hace solo tres años antes de su muerte”, señaló Perales.
Durero fue el artista más famoso del Renacimiento alemán, y su éxito se debió a que creó el grabado y elevó la técnica a la categoría del arte, a la vez que consiguió humanizar la temática religiosa para que llegara a todo el pueblo con sus trabajos.
Además, adquirió una maestría que transmitió a sus contemporáneos, por ejemplo la integración de la figura en el paisaje y la importancia de este, con el estudio de la naturaleza por primera vez desde el punto de vista humano, no abstracto, dijo la curadora.
“Rompió todos los esquemas, incluso los de su propia ciudad, Núremberg, de tal manera que el se independiza como creador y empresario, y crea su propio taller de edición. Ello implica que él era consciente de su valor y separa el acto de crear y el acto del artesano, era un hombre muy consciente de su capacidad intelectual”, añadió Perales.
Carolina Barrantes
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