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NACIONALES


Amenaza de muerte a terminal de contenedores

Manuel Avendaño mavendano@larepublica.net | Lunes 24 febrero, 2014


Jean Carlo Castro/La República


Puerto moderno y ambiente, sí pueden ir juntos

Amenaza de muerte a terminal de contenedores

Imagen del país sería golpeada, de cancelar el proyecto de APM

RESUMEN EJECUTIVO
Debería ser posible encontrar un camino, que permita el desarrollo de un puerto caribeño moderno y eficiente, y que además satisfaga las principales objeciones de los muelleros y ambientalistas.
Por otro lado, rescindir el contrato de APM de hacer una terminal de contenedores, golpearía la imagen de Costa Rica, al confirmar que sea un país donde no es posible hacer avances prácticos y razonables.
Tan pronto como esta semana, la Presidenta tendría que decidir la suerte de la terminal, mientras varios grupos ambientalistas, así como el sindicato de Moín, en los últimos días han intensificado su campaña en contra del proyecto.

Se trata de un moderno puerto, que permite exportar los productos costarricenses de forma eficiente, así como importar los bienes del resto del mundo, a un costo competitivo.
El desarrollo de las instalaciones de punta, además daría un impulso a Limón, una de las zonas más pobres del país.
Sería posible además hacer un proyecto, que minimice el daño al ambiente, y que tome en cuenta los intereses de los hombres y mujeres, que en este momento trabajan en el muelle de Limón.

En lo que a la eficiencia se refiere, las instalaciones propuestas por la empresa holandesa APM, bajarían los costos del transporte, al permitir el atraque de los buques de hasta 8 mil contenedores.
Solo los barcos de 2,5 mil contenedores o menos, pueden utilizar el muelle actual de Moín, que no se puede ampliar.
Otros beneficios de una terminal de contenedores que utilice las tecnologías de punta, atraerían inversiones adicionales a Limón, desde los servicios de soporte hasta la logística terrestre.
La inversión total de APM en la nueva terminal, sería de hasta $1 mil millones.
En cuanto al impacto ambiental, existe el riesgo para varias especies marítimas, como las tortugas y varios peces, así como para una zona de manglares, ubicada contiguo a las propuestas instalaciones.
Sin embargo, sería posible mitigar el impacto ambiental, si se respetaran las zonas de protección del río Moín, cuidar a las tortugas mediante un programa de rescate, financiado por APM, así como construir tres pasos subterráneos por debajo de la carretera, entre otras medidas.
Para reducir el impacto del nuevo puerto en la fuerza laboral actual de Limón, sería cuestión de ofrecer a los trabajadores, sean permanentes o temporales, la posibilidad de un retiro anticipado, con todos los derechos.
De todas formas, habrá trabajo por muchos años para la mayoría de ellos, dado que el actual muelle de Moín seguirá operando, mientras otros encontrarían trabajo en la nueva terminal.
Otra opción importante, sería la de desarrollar un puerto, dedicado a la importación del petróleo y —eventualmente— de gas natural, operado exclusivamente por Japdeva.
De esta manera, contaríamos con una forma eficiente de ingresar el combustible barato y ambientalmente amigable del futuro, mientras se conservan varios puestos de trabajo especializados para los muelleros.
Sin embargo, varios ambientalistas, apoyados por el sindicato de Moín, en los últimos días han logrado persuadir a una corte, suspender el proyecto de la terminal, que debería iniciar antes de finales de este mes, según declaraciones previas del Gobierno.
Ante esta situación, una opción para la Presidenta sería la de romper el contrato de APM para la construcción y operación del muelle, el cual confirmaría ante el mundo la imagen de Costa Rica como socio no confiable.
Sería el último ejemplo de una serie de fracasos, que incluye el enredo reciente de la carretera San José-San Ramón, así como el de Industrias Infinito.
La mandataria podría darle su apoyo incondicional al proyecto.
Pero aun si tampoco estuviera dispuesta a hacer esto, quedaría la opción de prorrogar la decisión a una nueva administración, mientras ganemos el tiempo necesario para ver cómo el país pueda encontrar un compromiso constructivo.

Jean Carlo Castro/La República


Manuel Avendaño
mavendaño@larepublica.net
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