Barçaescándalo
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Viernes 24 enero, 2014
Barçaescándalo
Dimisión de presidente Sandro Rosell pretende evitar que el embrollo envuelva a la institución
Sin un Víctor Valdés que le ataje las críticas ni un Lionel Messi que se baile a sus adversarios, el presidente del Barcelona Sandro Rosell dio ayer un paso al lado y cedió la presidencia de este club a su segundo de abordo y amigo, Josep María Bartolomé.
Su grito de “el fichaje de Neymar es correcto” se ahoga ahora en medio de la querella presentada contra él por el socio Jordi Cases y que el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional admitió a trámite.
“No quiero que ataques injustos afecten al club”, fue la explicación sin derecho a preguntas del ahora exjerarca barcelonista, tras una reunión de urgencia ayer con sus directivos en el Camp Nou.
La querella, que terminó en forma abrupta con tres años y medio de Rosell en la presidencia culé fue presentada el pasado 5 de setiembre y sostiene que el fichaje del Neymar costó a las arcas del club €94,4 millones y no los €57,1 millones que reportó el Barca.
Este caso encierra un juego de números interesante. Se dice que en esta contratación N&N, sociedad del padre de Neymar, se embolsó €40 millones, que el Barça entregó €10 millones en concepto de señal por el fichaje, que el Santos, exequipo de la estrella, recibió €17,1 millones, pero que ahora reclama la parte que supuestamente le falta.
No obstante, este equipo brasileño habría recibido mucho más de lo que dicen y se están investigando otros acuerdos entre el Barcelona y el Santos relacionados directamente con el fichaje de Neymar y que tienen que ver con €7,9 millones al club brasileño para tener un derecho preferente sobre tres jugadores de las categorías inferiores del Santos y los contratos para que el Barcelona juegue dos partidos amistosos con el equipo brasileño.
En lo referente a Neymar, lo firmado le garantiza no cobrar menos de €45,9 millones durante las cinco temporadas, sin tomar en cuenta las primas por fichajes y los premios por los éxitos del equipo azulgrana.
A Rosell se le acusa de una simulación contractual, que evidenciaría una falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas suscritas, o sea que otros contratos paralelos sirvieron para financiar el fichaje y no para la finalidad que estos anuncian.
Luis Rojas y EFE
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