Bolsa de Valores promueve iniciativa de financiamiento con mejores condiciones
Bonos verdes serían aliados para financiar el desarrollo de infraestructura
Atraer inversionistas externos es el principal reto
Brandon Flores bflores@larepublica.net | Martes 19 junio, 2018
Los bonos de deuda orientados a proyectos sostenibles, también conocidos como verdes, serían el aliado perfecto para desarrollar proyectos de infraestructura urgentes en el país.
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Se trata de instrumentos orientados a financiar parcial o completamente iniciativas que contribuyan con la adaptación del cambio climático.
Solo por citar un ejemplo, el tren eléctrico que el país está impulsando cuesta $1.600 millones, este podría costearse en parte con este tipo de financiamiento promovido por la Bolsa de Valores (BNV).
Actualmente, el modelo que el gobierno plantea para llevarlo a cabo es el de concesión de obra pública, pero con esta alternativa se pueden obtener condiciones más favorables.
“Los bonos verdes visibilizan los proyectos con esos objetivos ecoamigables, solo el año pasado se negociaron aproximadamente $250 mil millones en el mundo porque existen inversionistas buscando exclusivamente estas iniciativas, por eso estamos haciendo todo lo posible por captar parte de ese capital y utilizarlo en obras de infraestructura”, explicó José Rafael Brenes, gerente general de la BNV.
Estos títulos pueden ser emitidos por gobiernos, bancos multilaterales, comerciales o empresas privadas, el requisito principal es que los beneficios sean medibles en el tiempo.
Se utilizan sobre todo con iniciativas que promuevan la eficiencia energética, transporte limpio, conservación de la sostenibilidad, manejo de recursos renovables, entre otros.
Además, se requiere estructurar el uso de los fondos, así como los objetivos del proyecto y contar con el visto bueno del regulador, en este caso la Superintendencia General de Valores por considerarse una obra pública.
Por tratarse de oferta pública, se limita la cantidad de participantes y también la BNV condiciona la emisión a un monto mínimo de ¢100 millones o su equivalente en dólares.
Como parte de los costos asociados a las operaciones, resaltan la estructuración del proyecto, la calificación de riesgo y la inscripción de la oferta en la Bolsa.
Lo más complicado sería el proceso de atraer inversionistas extranjeros que compren esos bonos, sin embargo, la sostenibilidad puede darles un valor agregado.
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“El hecho de ser verdes puede darles un incentivo más a quienes manejan ese capital para invertir incluso con un rendimiento menor, dado que todos los proyectos de infraestructura están compitiendo por un capital limitado”, aportó Luis Mesalles, economista de Ecoanálisis.
Si se compara con la concesión, el modelo de bonos verdes aún tiene que resolver la incógnita de cómo manejar el riesgo en los proyectos, pues ese aspecto sería clave al momento de las negociaciones.
En la agenda del gobierno, hay más obras que pueden ser financiables bajo el modelo que propone la BNV, entre ellos destacan al menos 15 acueductos, tanto en la zona Sur como en algunos puntos de Guanacaste y Talamanca.
También sistemas de riego en lugares propensos a inundaciones y algunas construcciones para almacenar energía.
En el futuro se implementarían los bonos verdes con el sector privado en desarrollo de viviendas y otras de tipo industrial.
¿Qué ventajas tiene esta forma de financiamiento?
La Bolsa de Valores propone que los bonos verdes sean una forma de financiar proyectos de infraestructura sostenibles pues tienen los siguientes beneficios.
- Crédito en función de las necesidades de las empresas
- Costos competitivos
- Tasa fija durante el plazo de deuda
- No requiere garantías reales
- Financiamiento a mediano y largo plazo