Burbuja de restaurantes “fast casual”
María Cisneros redaccion@larepublica.net | Viernes 01 marzo, 2013
Consumidores son beneficiados
Burbuja de restaurantes “fast casual”
Más gastronomía, menos retorno
El negocio de restaurantes tipo fast casual está creciendo, a un ritmo que puede estallar.
El fenómeno es positivo para los consumidores, que cuentan con más opciones, así como mejores ofertas, de parte de varias marcas.
Por otro lado, varios inversores tendrán que encontrar soluciones al problema de un nicho comercial, que parece estar saturado.
En lo que a las cifras se refiere, entre 2010 y 2012 abrieron 136 restaurantes de franquicias a nivel nacional, un incremento del 27% en corto plazo.
La mitad tiene que ver con la categoría fast casual, que en años anteriores conformaba solo un nicho pequeño entre las franquicias, dijo Carlos González, director general de CEESA, empresa dedicada a analizar el mercado de este sector.
Fast casual se refiere a un comida rápidamente servida, y con menú fijo en cada sucursal, así como con precios un tercio mayores que la comida rápida convencional, en un ambiente más fino.
Se trata de más de 100 restaurantes de este tipo en el mercado, de los cuales la gran mayoría son locales nuevos, ubicados en la Gran Área Metropolitana, así que hay una fuerte competencia entre ellos.
Entre las marcas que han incursionado en el mercado desde 2010, o que han ampliado su negocio, se encuentran Hooters, Applebee's y Chili's, por mencionar solo algunas.
El repunte en las opciones fast casual se debe en parte a la apertura de una gran cantidad de nuevos centros comerciales, con la suposición de que los malles atraigan un elevado nivel de tráfico de alto poder adquisitivo.
Se trata además, de un nicho nuevo, entre las franquicias de comida rápida, y los restaurantes clásicos, que podría ser explotado.
Por lo tanto, los inversores llegaron con la ilusión de que el segundo rubro de gasto en el país es la diversión, y ese dinero es gastado en gran parte por la tendencia de salir a comer, dijo Manuel Burgos, presidente de la Cámara de Restaurantes.
Pero el crecimiento de locales fue mucho más rápido que el del poder adquisitivo de la economía.
“Es una burbuja que pronto podría explotar, y es más, ya se están viendo algunos comercios que se van quedando en el camino”, comentó González.
Lo primero que está sucediendo es una baja en las ventas, caso de Applebee's que con más restaurantes, no pudo incrementar sus ingresos.
“La disminución la percibimos en nuestro local de Lindora, quizá porque es el que abrimos hace más tiempo”, dijo José Domínguez, gerente de Operaciones de la franquicia.
Por su parte, la cadena Chancay de comida peruana, vio caer sus ventas en un 40% en los últimos años.
“Fechas como el 14 de febrero presentaron este año un nivel de ventas por debajo del promedio histórico, hay más opciones a las que acudir”, dijo Jorge Figueroa, gerente general de Chancay.
Los niveles de cierres en algunos periodos han estado más altos que las aperturas, únicamente que los nuevos locales gozan de más cobertura que las desapariciones.
Tal es el caso de Chancay, que cerró el local de Heredia para trasladar la operación a Alajuela. También, Pane E Vino cerró el restaurante que tenía en Multiplaza del Este.
Este fenómeno es comprobado por los proveedores de restaurantes, que a pesar de atender a más clientes, ahora les venden menos.
El crecimiento en las ventas de materia prima fue de un 10%, cuando la cantidad de locales creció en casi el triple de esa cifra, aseguró José Maroto, gerente de Mayca.
La buena noticia, para las personas, que ya han invertido en este tipo de negocio, es que se prevé una desaceleración en la inversión en las franquicias fast casual para este año, pues el ritmo de crecimiento pasaría de un 20% a un 5%, según la proyección de mercado de CEESA.
Mientras tanto, sería importante para varios restaurantes de este tipo hacerse más competitivos, desde la reducción de costos, hasta las promociones y nuevas líneas de negocio.
María Fernanda Cisneros
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