Carlos Alvarado no desató los nudos que detienen el desarrollo vial, según estudio

Un estudio presentado hoy contradice la frase “estamos desatando los nudos que históricamente nos han detenido. Las grandes obras de infraestructura vial avanzan a paso firme en Costa Rica”, que ha repetido el presidente Carlos Alvarado durante su gestión, cuando se refiere al programa de carreteras.

Se trata de la cuarta edición de la Matriz del Estado de la Pre-Ingeniería 2021, un programa de la Cámara Costarricense de la Construcción que le sigue el pulso al trámite de los proyectos de infraestructura que impulsa el gobierno.

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En esta ocasión se analizaron 29 obras en curso y se encontró que el último año fue en el que se dio el mayor retroceso desde que se aplica esta metodología.

Por ejemplo, mientras en 2019 hubo un avance del 6,1% con respecto al año anterior y el año pasado se alcanzó un repunte cercano al 12%, este año apenas se avanzó un 3%, detalló Roberto Fiatt, miembro del Comité de Infraestructura de la Cámara.

Los resultados muestran la necesidad de que el tema sea asumido con total seriedad por el próximo gobierno y que la agenda de infraestructura sea vista como un programa país a largo plazo y no como un plan de gobierno, agregó Carlos Trejos, presidente de la Cámara.

Los peores resultados se registraron en el Consejo Nacional de Vialidad y el Consejo Nacional de Concesiones. Hay que hacer la salvedad que el estudio concluyó en mayo, un mes antes del escándalo “Cochinilla”.

El origen del problema se centra en que se sigue pecando en iniciar la construcción de las obras sin haber cumplido las 14 fases de pre inversión.

En sencillo, significa que las autoridades piden a las empresas iniciar los trabajos sin que haya completado pasos fundamentales como las expropiaciones, los diseños, la corta de árboles, la reubicación de los servicios públicos, entre muchos otros trámites previos.

De hecho el informe muestra que en el último año los principales pecados estuvieron en el atraso en los diseños y estudios; en la viabilidad ambiental; en la corta de árboles en cauce, en permisos y en la socialización de los proyectos.

Justamente esa es la causa de que las obras sufran largos atrasos y terminen saliendo mucho más caro con respecto a la suma en que se licitó, advirtió Fiatt.

La construcción de la Circunvalación Norte es uno de los ejemplos que retrata a cuerpo entero el problema.

El diseño de esta importante obra para el desatoro de las presas en el centro de la capital tomó 941 más de lo establecido y la construcción llevaba 1.099 días de demora, al cierre del estudio.

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La ampliación de la ruta 32, entre Río Frío y Limón, es otro caso, pues a casi cuatro años de que se inició la obra aún no se ha completado el trámite de expropiaciones, lo que había implicado al cierre del estudio un atraso de 624 días.

Y ejemplos hay muchos considerando que solo tres de los proyectos en análisis tenían los pasos previos antes de dar la orden de inicio: el puente del Virilla, a la altura del estadio Ricardo Saprissa, y los pasos a desnivel en las Garantías Sociales y Guadalupe.

Entre lo sobresaliente del estudio, destaca que la unidad ejecutora de obras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es la única que lleva mejoras constantes año con año. Además, que el Fideicomiso Ruta Uno, que amplía la ruta entre la capital y San Ramón, es el que tuvo el mejor desempeño en 2020, aunque cayó con respecto al periodo anterior.