Casi 2 mil kilómetros de vías sin demarcar
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Miércoles 28 octubre, 2009
Peligro es latente de acuerdo con estudio de Lanamme
Casi 2 mil kilómetros de vías sin demarcar
• Solo el 12,6% de la red vial estudiada está bien señalizado
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
La falta de demarcación en las principales vías nacionales expone cada día a miles de conductores a un accidente de tránsito.
Ello porque a pesar de las constantes lluvias y de la neblina que afecta la visibilidad a las personas que van al volante, muchas calles no tienen ni una gota de pintura.
Esa alarma se planteó en el último estudio sobre demarcación vial en la Gran Area Metropolitana (GAM), elaborado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
En 1.990 kilómetros de la red primaria de caminos la pintura y los ojos de gato son inexistentes o los niveles de demarcación no son apreciables, reveló la investigación.
Además, otros 666 kilómetros de carreteras que en algún momento tuvieron pintura, hoy muestran malas condiciones debido a que el paso del tiempo fue borrándola y no fueron remarcadas.
En esas rutas es tal el nivel de desgaste de la demarcación que es difícil apreciarla aun durante el día.
El estado de vías que registran una condición regular de demarcación alcanza los 824 kilómetros. Eso significa que muestran un desgaste aceptable de visibilidad durante el día, pero no ya es perceptible en la noche.
La cantidad de kilómetros que presenta una buena condición de visibilidad y que abarca toda la capa de rodamiento apenas alcanza 490 kilómetros, señala el informe de Laboratorio.
El estudio sobre las señales horizontales de la red vial abarcó 3.879 kilómetros (el 83,7% de la red vial nacional) de las carreteras más importantes del país durante 2008.
Como parte de la investigación, el Lanamme tomó 28 mil fotografías de los caminos evaluados.
La importancia de una adecuada demarcación de las carreteras radica en que es indispensable para la seguridad de los conductores.
Por un lado les muestra las orillas de las vías, lo que les previene de salirse de la carretera por las noches o cuando haya mala visibilidad.
Además la demarcación divide los carriles de la ruta lo que previene al conductor de chocar con el vehículo que viene de frente o de lado.
Ante la falta de estos dispositivos de seguridad, los conductores advierten del peligro que corren, sobre todo en la época de lluvias.
“Hay días en que he tenido que detenerme un rato al lado de la vía a esperar a que pase la lluvia porque es imposible ver el camino”, comentó Alberto Ayub, conductor de furgón.
El conductor agregó que la situación más difícil se presenta en las carreteras de las zonas rurales.
LA REPUBLICA intentó conocer las causas por las cuales se ha abandonado el plan de demarcación de las rutas nacionales, sin embargo, en el Consejo Nacional de Vialidad, no devolvieron la llamada.
Esa dependencia del Ministerio de Obras Públicas es la encargada de velar por el buen funcionamiento de las carreteras.
Para que cumpla esa función, a esa entidad se le gira parte del impuesto a los combustibles y del derecho de circulación.
Casi 2 mil kilómetros de vías sin demarcar
• Solo el 12,6% de la red vial estudiada está bien señalizado
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
La falta de demarcación en las principales vías nacionales expone cada día a miles de conductores a un accidente de tránsito.
Ello porque a pesar de las constantes lluvias y de la neblina que afecta la visibilidad a las personas que van al volante, muchas calles no tienen ni una gota de pintura.
Esa alarma se planteó en el último estudio sobre demarcación vial en la Gran Area Metropolitana (GAM), elaborado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
En 1.990 kilómetros de la red primaria de caminos la pintura y los ojos de gato son inexistentes o los niveles de demarcación no son apreciables, reveló la investigación.
Además, otros 666 kilómetros de carreteras que en algún momento tuvieron pintura, hoy muestran malas condiciones debido a que el paso del tiempo fue borrándola y no fueron remarcadas.
En esas rutas es tal el nivel de desgaste de la demarcación que es difícil apreciarla aun durante el día.
El estado de vías que registran una condición regular de demarcación alcanza los 824 kilómetros. Eso significa que muestran un desgaste aceptable de visibilidad durante el día, pero no ya es perceptible en la noche.
La cantidad de kilómetros que presenta una buena condición de visibilidad y que abarca toda la capa de rodamiento apenas alcanza 490 kilómetros, señala el informe de Laboratorio.
El estudio sobre las señales horizontales de la red vial abarcó 3.879 kilómetros (el 83,7% de la red vial nacional) de las carreteras más importantes del país durante 2008.
Como parte de la investigación, el Lanamme tomó 28 mil fotografías de los caminos evaluados.
La importancia de una adecuada demarcación de las carreteras radica en que es indispensable para la seguridad de los conductores.
Por un lado les muestra las orillas de las vías, lo que les previene de salirse de la carretera por las noches o cuando haya mala visibilidad.
Además la demarcación divide los carriles de la ruta lo que previene al conductor de chocar con el vehículo que viene de frente o de lado.
Ante la falta de estos dispositivos de seguridad, los conductores advierten del peligro que corren, sobre todo en la época de lluvias.
“Hay días en que he tenido que detenerme un rato al lado de la vía a esperar a que pase la lluvia porque es imposible ver el camino”, comentó Alberto Ayub, conductor de furgón.
El conductor agregó que la situación más difícil se presenta en las carreteras de las zonas rurales.
LA REPUBLICA intentó conocer las causas por las cuales se ha abandonado el plan de demarcación de las rutas nacionales, sin embargo, en el Consejo Nacional de Vialidad, no devolvieron la llamada.
Esa dependencia del Ministerio de Obras Públicas es la encargada de velar por el buen funcionamiento de las carreteras.
Para que cumpla esa función, a esa entidad se le gira parte del impuesto a los combustibles y del derecho de circulación.