Central se adelanta a un rebrote inflacionario
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Sábado 09 enero, 2010
Adoptaría como objetivo quitar factores que generan ruido en el cálculo de la inflación
Central se adelanta a un rebrote inflacionario
Predefinir la variable a más largo plazo podría resultar muy exitoso para el cumplimiento de metas
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Como un carpintero que añade a su caja de herramientas nuevos instrumentos de trabajo, el Banco Central hizo lo suyo para medir de mejor forma la tasa de inflación.
Se trata de una nueva metodología conocida como “medidas truncadas” del índice de precios al consumidor (IPC) cuyo objetivo es quitar factores que generan ruido en el cálculo de la inflación.
De lo que se trataría es de atemperar las expectativas de un rebrote inflacionario en 2010 y que han surgido del hecho de que la inflación anualizada arroja un 12% este año, muy por encima de las metas del Central y lo proyectado por el Fondo Monetario.
El aumento de precios (IPC) registrado en diciembre pasado, del 1,02%, se considera un incremento muy elevado comparado con el que se venía observando, según han planteado los analistas.
No obstante, la fuerte variación de los precios fue generada por el costo del tomate (88%) y la energía, ambos considerados factores estacionales y causantes del ruido inflacionario.
Una inflación como la proyectada conforme a la metodología del índice de precios, le restaría nuevamente al Central margen de maniobra para recortar las tasas de interés, algo de lo que venía vanagloriándose muy recientemente.
La medición de las tasas reales de interés debe hacerse con base en la inflación esperada, que podría ascender este año a la alarmante cifra del 12%, dijeron expertos consultados.
El Central define la inflación como un aumento generalizado y sostenido en el nivel de precio de la economía, asociados a fenómenos monetarios. “Es la inflación la que interesa y puede controlar el Banco Central y no los cambios de precios, o el clima que los influye”, dijo Roy González, gerente del Banco Central.
Aunque reconoció que el IPC es un “excelente” indicador de cambios en el costo de la vida y permite captar cambios en precios, no necesariamente es un buen indicador de la inflación, adujo.
“El IPC es engañoso”, añadió Manfred Esquivel, de la división económica del Banco Central y creador del esquema de medidas “truncadas del IPC”.
Con el nuevo sistema se tendería a probar que la reducción de la inflación este año es sostenible, dijo Esquivel al explicar que el Banco Central utilizará este instrumento adicional para medir la inflación y el cual se sumará a los que ya existen.
El IPC que incluye 292 bienes y servicios, permite captar los cambios en los precios, pero no necesariamente la inflación, insistió el experto.
Para medir la inflación se ha utilizado el índice subyacente en el cual se quita un grupo de alimentos y bienes energéticos (como combustibles), que son los que muestran mayor volatilidad en los precios.
No obstante, dicha medición no considera variaciones transitorias en los bienes no excluidos y omite posibles tendencias de largo plazo de los bienes excluidos, añadió Esquivel.
Es por ello que se desarrolló el nuevo instrumento, el cual se aplicó a distintos periodos de 2009.
El Central desde hace tiempo utiliza distintas formas de medir la inflación con otros indicadores de apoyo como la inflación subyacente, el índice al productor industrial, con y sin combustibles entre otros, manifestó por su parte Mariany Espinoza, analista de INS valores, puesto de Bolsa.
Desde hace bastante se encuentra estudiando la posibilidad de modificar el modelo de manera que lo que se utilice sea el modelo de metas de inflación. “Para ello ha introducido cambios necesarios en la política monetaria que debe entonces estar dirigido al manejo de las tasas de interés y a la liberación del tipo de cambio”, dijo Espinoza.
Dentro de este tipo de cálculo, la experta señala que deberá afinar el lápiz para considerar estacionalidades importantes que afectan directamente la liquidez del mercado y el medio circulante, para no estrujar las posibilidades de producción.
Central se adelanta a un rebrote inflacionario
Predefinir la variable a más largo plazo podría resultar muy exitoso para el cumplimiento de metas
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Como un carpintero que añade a su caja de herramientas nuevos instrumentos de trabajo, el Banco Central hizo lo suyo para medir de mejor forma la tasa de inflación.
Se trata de una nueva metodología conocida como “medidas truncadas” del índice de precios al consumidor (IPC) cuyo objetivo es quitar factores que generan ruido en el cálculo de la inflación.
De lo que se trataría es de atemperar las expectativas de un rebrote inflacionario en 2010 y que han surgido del hecho de que la inflación anualizada arroja un 12% este año, muy por encima de las metas del Central y lo proyectado por el Fondo Monetario.
El aumento de precios (IPC) registrado en diciembre pasado, del 1,02%, se considera un incremento muy elevado comparado con el que se venía observando, según han planteado los analistas.
No obstante, la fuerte variación de los precios fue generada por el costo del tomate (88%) y la energía, ambos considerados factores estacionales y causantes del ruido inflacionario.
Una inflación como la proyectada conforme a la metodología del índice de precios, le restaría nuevamente al Central margen de maniobra para recortar las tasas de interés, algo de lo que venía vanagloriándose muy recientemente.
La medición de las tasas reales de interés debe hacerse con base en la inflación esperada, que podría ascender este año a la alarmante cifra del 12%, dijeron expertos consultados.
El Central define la inflación como un aumento generalizado y sostenido en el nivel de precio de la economía, asociados a fenómenos monetarios. “Es la inflación la que interesa y puede controlar el Banco Central y no los cambios de precios, o el clima que los influye”, dijo Roy González, gerente del Banco Central.
Aunque reconoció que el IPC es un “excelente” indicador de cambios en el costo de la vida y permite captar cambios en precios, no necesariamente es un buen indicador de la inflación, adujo.
“El IPC es engañoso”, añadió Manfred Esquivel, de la división económica del Banco Central y creador del esquema de medidas “truncadas del IPC”.
Con el nuevo sistema se tendería a probar que la reducción de la inflación este año es sostenible, dijo Esquivel al explicar que el Banco Central utilizará este instrumento adicional para medir la inflación y el cual se sumará a los que ya existen.
El IPC que incluye 292 bienes y servicios, permite captar los cambios en los precios, pero no necesariamente la inflación, insistió el experto.
Para medir la inflación se ha utilizado el índice subyacente en el cual se quita un grupo de alimentos y bienes energéticos (como combustibles), que son los que muestran mayor volatilidad en los precios.
No obstante, dicha medición no considera variaciones transitorias en los bienes no excluidos y omite posibles tendencias de largo plazo de los bienes excluidos, añadió Esquivel.
Es por ello que se desarrolló el nuevo instrumento, el cual se aplicó a distintos periodos de 2009.
El Central desde hace tiempo utiliza distintas formas de medir la inflación con otros indicadores de apoyo como la inflación subyacente, el índice al productor industrial, con y sin combustibles entre otros, manifestó por su parte Mariany Espinoza, analista de INS valores, puesto de Bolsa.
Desde hace bastante se encuentra estudiando la posibilidad de modificar el modelo de manera que lo que se utilice sea el modelo de metas de inflación. “Para ello ha introducido cambios necesarios en la política monetaria que debe entonces estar dirigido al manejo de las tasas de interés y a la liberación del tipo de cambio”, dijo Espinoza.
Dentro de este tipo de cálculo, la experta señala que deberá afinar el lápiz para considerar estacionalidades importantes que afectan directamente la liquidez del mercado y el medio circulante, para no estrujar las posibilidades de producción.