Clientes bancarios en riesgo de perder cuentas
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Lunes 18 mayo, 2009
Medida se tomaría si las personas se niegan a revelar fuentes de ingreso y sus principales actividades
Clientes bancarios en riesgo de perder cuentas
• Castigos adoptados hasta ahora van desde no recibir depósitos hasta negar solicitudes de crédito
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Los clientes de los bancos públicos y privados enfrentan la amenaza de una cancelación de sus cuentas. Esta sería la consecuencia para quien se rehúse a presentar información de sus ingresos y principales actividades comerciales.
Esta obligación se ha puesto en aplicación con mayor vehemencia por parte de las entidades, aunque empezó a regir desde 2007, tras la promulgación de la ley para la prevención del lavado de dinero, así como una ley promulgada recientemente para atacar el terrorismo.
La legislación vigente propone que los bancos hagan gestiones para conocer a sus clientes y con ello sus principales actividades y fuentes de ingresos.
A través de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), pueden solicitar cualquier cuenta, sin importar los montos de movimientos en dinero realizados, para revisar que la información que tiene se encuentra actualizada.
Las sanciones por el incumplimiento de la normativa de los reguladores, alcanza también a los mismos bancos, mediante castigos sobre su patrimonio.
Todo ello ha generado que se produzca una fuerte presión de los bancos sobre sus clientes para que acudan a actualizar los datos, en algunos casos endulzada con promociones comerciales.
“Las sanciones a bancos y clientes nos obligan a conocer nuestros clientes”, dijo Gerardo Porras, gerente del Banco Popular.
Entidades como BAC San José han inscrito en este plan a más de 500 mil clientes, de acuerdo Gerardo Corrales, gerente general.
La medida pretende identificar y administrar riesgos relacionados con la legitimación de capitales y con ello minimizar la presencia de clientes que podrían utilizar los recursos para propósitos ilícitos.
“Los clientes que no actualizan su información ponen en riesgo al banco, ya que además de no poder ejercer un control sobre su situación actual y los cambios en su actividad económica, les restan puntos a las evaluaciones que realiza periódicamente la Sugef”, explicó por su parte Guillermo Quesada, gerente de Bancrédito.
La mayoría de los bancos están optando por medidas como no recibirles depósitos, no permitirles hacer retiros de sus cuentas, y no recibir nuevos préstamos, si no tienen su expediente actualizado.
Voluntariamente es poca la cantidad de clientes que se presenta a hacer las actualizaciones de acuerdo con los gerentes consultados, lo que se atribuye a que no existe conciencia de los riesgos y problemas que esto implica.
Cada banco está en posibilidad de cerrar cuentas si lo considera necesario, pues además de un riesgo legal por incumplimiento de la ley, las entidades se exponen a riesgos de imagen.
“En el caso del Banco Popular, el año pasado hicimos una campaña y sorteamos tres vehículos”, dijo Porras, quien apostó a este tipo de promociones para captar la atención de las personas.
Clientes bancarios en riesgo de perder cuentas
• Castigos adoptados hasta ahora van desde no recibir depósitos hasta negar solicitudes de crédito
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Los clientes de los bancos públicos y privados enfrentan la amenaza de una cancelación de sus cuentas. Esta sería la consecuencia para quien se rehúse a presentar información de sus ingresos y principales actividades comerciales.
Esta obligación se ha puesto en aplicación con mayor vehemencia por parte de las entidades, aunque empezó a regir desde 2007, tras la promulgación de la ley para la prevención del lavado de dinero, así como una ley promulgada recientemente para atacar el terrorismo.
La legislación vigente propone que los bancos hagan gestiones para conocer a sus clientes y con ello sus principales actividades y fuentes de ingresos.
A través de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), pueden solicitar cualquier cuenta, sin importar los montos de movimientos en dinero realizados, para revisar que la información que tiene se encuentra actualizada.
Las sanciones por el incumplimiento de la normativa de los reguladores, alcanza también a los mismos bancos, mediante castigos sobre su patrimonio.
Todo ello ha generado que se produzca una fuerte presión de los bancos sobre sus clientes para que acudan a actualizar los datos, en algunos casos endulzada con promociones comerciales.
“Las sanciones a bancos y clientes nos obligan a conocer nuestros clientes”, dijo Gerardo Porras, gerente del Banco Popular.
Entidades como BAC San José han inscrito en este plan a más de 500 mil clientes, de acuerdo Gerardo Corrales, gerente general.
La medida pretende identificar y administrar riesgos relacionados con la legitimación de capitales y con ello minimizar la presencia de clientes que podrían utilizar los recursos para propósitos ilícitos.
“Los clientes que no actualizan su información ponen en riesgo al banco, ya que además de no poder ejercer un control sobre su situación actual y los cambios en su actividad económica, les restan puntos a las evaluaciones que realiza periódicamente la Sugef”, explicó por su parte Guillermo Quesada, gerente de Bancrédito.
La mayoría de los bancos están optando por medidas como no recibirles depósitos, no permitirles hacer retiros de sus cuentas, y no recibir nuevos préstamos, si no tienen su expediente actualizado.
Voluntariamente es poca la cantidad de clientes que se presenta a hacer las actualizaciones de acuerdo con los gerentes consultados, lo que se atribuye a que no existe conciencia de los riesgos y problemas que esto implica.
Cada banco está en posibilidad de cerrar cuentas si lo considera necesario, pues además de un riesgo legal por incumplimiento de la ley, las entidades se exponen a riesgos de imagen.
“En el caso del Banco Popular, el año pasado hicimos una campaña y sorteamos tres vehículos”, dijo Porras, quien apostó a este tipo de promociones para captar la atención de las personas.