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Código Salud: Ambiente con sabor a frutas

Luis Diego Coronado laguilar@larepublica.net | Viernes 17 agosto, 2012





Ambiente con sabor a frutas

Sector bananero y piñero del país ponen en práctica acciones verdes

La piña y el banano, frutas que se cultivan en Costa Rica y que en otros países disfrutan, apostaron a la mejora de sus procesos de producción con el fin de ayudar a la mitigación del daño ambiental.
Empresas como la Finca Ganaflor del sector piñero y la Corporación Bananera Nacional (Corbana), desarrollaron diferentes proyectos buscando una calidad más orgánica en sus productos.
Ganaflor, que produce piña y la comercializa a mercados europeos y canadienses, se certificó como la primera industria piñera en lograr la carbono neutralidad el pasado 1° de agosto.
Para esto, implementaron acciones que permitieran la eficiencia de la flota de vehículos y maquinaria agrícola, reforestación para uso comercial, implementación de biodigestores alimentados con rastrojos para producción de calor o electricidad, cambios a programas para reducir uso de insumos agrícolas, certificados de Servicios Ambientales mediante contrato con el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal, manejo forestal programado en áreas ya reforestadas para maximizar la retención de carbono, entre otras.
“Ahora que alcanzamos la neutralidad en la huella de carbono, contamos con planes de mediano y largo plazo para continuar reduciendo la emisión en los próximos cinco años y comenzar a emitir y vender bonos, como producto de contar con el 40% del total de la finca con bosques”, afirmó Alvaro Shain, gerente general de Ganaflor.
Por otro lado, Corbana empezó desde 2008 a desarrollar métodos de ahorro para el uso del agua en las fincas bananeras y optimizando la fertilización nitrogenada para reducir emisiones y controlando el transporte terrestre de los contenedores, logrando disminuir un 20% el consumo de sus combustibles.
“El 98% de nuestras fincas bananeras tiene certificación por buenas prácticas agrícolas con ISSO 14 y actualmente tenemos alrededor de 22 mil hectáreas que están trabajando en su huella de carbono. En el tema de inocuidad evitamos que haya excesos o residuos de plaguicidas porque el banano es una fruta que se come de forma directa”, aseguró Sergio Laprade, director de la Comisión Ambiental Bananera.
De igual manera, los plásticos provenientes de las fundas que cubren el banano durante su crecimiento son reciclados para ser utilizados nuevamente.
Asimismo, ayudan a la protección de más de 5 mil hectáreas en el Caribe del país, donde se conservan especies de flora y fauna.
Por su parte Ganaflor invierte en bonos de tres proyectos ubicados en China, Tanzania y Chile, con lo que logran compensar la totalidad de CO2 que emiten por hectárea, que corresponde un 2,32 toneladas.
La oficina de prensa del Ministerio de Agricultura y Ganadería informó que no registran el nombre de empresas agrícolas ni ganaderas que busquen la carbono neutralidad o bien que ya la tengan. Sin embargo, apuntaron a la arrocera del Pelón de La Bajura, la Cooperativa de Café de Dota y Coopeagropal como algunas de las comprometidas con el ambiente.

Luis Diego Coronado
lcoronado@larepublica.net






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