Colocación de eurobonos e imagen del país se beneficiarán con renovada calificación de riesgo de Costa Rica

La imagen de Costa Rica ante los inversionistas al comprar bonos del Estado mejorará por primera vez en varios años, tras lograr una mejora en las calificaciones de riesgo por parte de las firmas evaluadoras Fitch y Standard & Poors.

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Esto, generará muy buenas noticias para todos, primero, para el gobierno, que podrá colocar mejor los eurobonos por un monto de $1.500 millones, pagando menos dinero en intereses, pero también para los deudores y las empresas, que disfrutarán de una mayor estabilidad en las tasas de interés.

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Se espera que en los próximos días, la firma Moodys siga los pasos de las otras dos calificadoras y mejoren su nota.

Desde el 2008, Costa Rica no contaba con una buena imagen, a tal punto, que el presidente Rodrigo Chaves, dijo que heredaron bonos basura y ahora los han logrado estabilizar.

“Las nuevas calificaciones y los excelentes números fiscales bajarían los intereses que se pagan para colocar la deuda externa y darían más oxígeno al gobierno en materia de inversión, mientras que las personas y otros deudores cancelarían tasas de interés más bajas en el mediano y largo plazo”, destacó Daniel Suchar, analista financiero Independiente.

El país alcanzó en enero las mejores cifras fiscales de los últimos 15 años, ya que la deuda del gobierno como porcentaje del Producto Interno Bruto, disminuyó en 5,2 puntos porcentuales para alcanzar la cifra de 58,5% lo que implica un aproximado de ¢28 billones.

El déficit fiscal también reportó una disminución y alcanzó ¢80 mil millones (0,2% del PIB 2023) en enero pasado.

Estas buenas cifras permitirán al gobierno no solo una buena colocación de los eurobonos, sino también cumplir con sus obligaciones por un monto de ¢2,7 billones.

Las dos calificadoras de riesgo reflejan que el país reporta una fuerte mejora estructural de su posición fiscal y la relajación de limitaciones del gobierno para financiar su presupuesto.

Además, con la aprobación del programa de emisiones en el mercado internacional y el acceso sostenido a préstamos multilaterales, que aliviaron aún más las restricciones financieras y los altos costos de endeudamiento.

“Esperamos mantener una estrategia fiscal trazada hasta el 2026 que permitirá que cada año haya un superávit primario y así detener la deuda y lograr reducirla en el mediano plazo para propiciar un crecimiento económico sostenido e integral”, destacó Nogui Acosta, ministro de Hacienda.