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¿Cómo ganar la guerra contra el alza de precios del petróleo y gasolinas?

Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Lunes 14 junio, 2021

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Ricardo Trujillo

gerencia@fibrotel.cr

Las elecciones presidenciales del pasado noviembre en los EE.UU. fueron ganadas por el partido demócrata con el apoyo indiscutible de los pobladores en los guetos afroamericanos de las ciudades industriales de la costa este y por los fervientes creyentes en el cambio climático. El agradecimiento a los primeros ha sido expresado públicamente por el propio presidente Biden y a los segundos con el retorno del país al acuerdo de París y con las inmediatas medidas de suspensión a la explotación y exploración petroleras en suelo norteamericano.

Como consecuencia de lo anterior, el mercado petrolero ha ido reaccionado con progresivas alzas en el precio del barril de petróleo prácticamente desde el día de las pasadas elecciones de noviembre, pasando de los $40 dólares bastante estables de la era TRUMP, a casi los $70 dólares actuales.

Tal parece que la estrategia de la Administración Biden para combatir el cambio climático consiste en encarecer lentamente el consumo de los combustibles fósiles limitando su producción interna para forzar a su nación hacia el uso de la energía eléctrica actual causante de gran contaminación de CO2, pero que está en vías de reducirse a futuro con un mayor porcentaje de recursos renovables como el solar, el eólico y el gas natural.

En Costa Rica ese incremento de precios en el barril del petróleo se ha traducido en seis incrementos consecutivos en el precio de la gasolina y del diésel, sin que a la fecha el gobierno de la república haya tomado cartas en el asunto para contrarrestar el nocivo golpe al bolsillo del tico y a la economía, pues todos sabemos que RECOPE es una caja bien grande de recaudación impositiva para el estado y que cualquier medida que se tome al respecto impactara en los ingresos fiscales.

El tema energético por su impacto económico está adquiriendo suma importancia en los debates entre precandidatos presidenciales. Este mismo día La Nación reporta discrepancias alrededor del petróleo y del gas entre los precandidatos liberacionistas Benavides y Thompson.

El precandidato presidencial que mejor elabore y comunique sus propuestas para ganar la guerra económica que vamos a enfrentar por el alza en el precio de los energéticos líquidos que por ahora estamos obligados a importar, muy posiblemente gane las elecciones de febrero 2022.

¿CÓMO PODRÍAMOS GANAR LA GUERRA CONTRA EL ALZA PETROLERA?

Las propuestas para reducir el precio de la gasolina son imposibles de ejecutar por cuanto eso pondría el fisco en una situación más crítica que la actual. Existen propuestas para mitigar y amortiguar esas progresivas alzas, pero no lograrían el urgente propósito de impedir a corto plazo el impacto económico en nuestra producción en general.

Cambiar de los combustibles fósiles refinados del petróleo al gas natural o al propano o a la electricidad o al hidrógeno es un proceso que nos llevará bastante tiempo por cuanto en este momento no existen políticas ni una ruta ya establecida que nos haya preparado para esa guerra de sustitución de energéticos, aun cuando se ha venido hablando de compromisos adquiridos con el acuerdo de París y hasta contamos con un plan nacional de descarbonización.

¿GAS NATURAL, ELECTRICIDAD O HIDRÓGENO?

El procedimiento para reducir el consumo de combustibles fósiles sin sustituirlos por otros recursos renovables tropieza hoy día con la casi imposible solución al congestionamiento vehicular. Se estima que de no existir esas presas nos ahorraríamos hasta un 30% del consumo actual. Estimulando el uso de una flota moderna de autobuses eléctricos desde los barrios de las ciudades de la meseta central viajando en carriles únicos para ellos hasta su ingreso a la capital permitirían un flujo de ingreso y egreso a la hora pico de 2,000 buses x 50 pasajeros c/u x 3 horas = 300 mil personas.

Mediante esa modalidad de transporte rápido y mucho más económico que con el uso de vehículo propio, se podría lograr una enorme reducción a la congestión en las autopistas de ingreso a San José. El transporte dentro de la ciudad podría complementarse con microbuses de menor longitud que los actuales buses y con pago electrónico, de manera que su recorrido sea mucho más rápido que los actuales buses de 100 o más pasajeros.

Queda entonces por definir que energético de producción nacional podría hacernos migrar con mayor rapidez del petróleo al futuro. Pues de eso se trata el salir ganando de esta futura crisis, dejar de importar energéticos extranjeros y sustituirlos por energéticos renovables de origen nacional.

Como ingeniero eléctrico que soy, propongo y voy a demostrarlo, que sea la energía eléctrica generada por plantas solares distribuidas la que se use como el energético de menor costo posible por las siguientes décadas. Que sean los ingenieros químicos quienes nos expliquen porque razón proponen el gas natural y el hidrógeno como sus alternativas.



























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