¿Cómo mejorar la seguridad vial en la ruta 32 a la altura del Zurquí sin colocar postes abatibles?
En menos de dos semanas, las estructuras que colocó el Conavi fueron dañadas
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Sábado 27 abril, 2024 08:18 a. m.
La decisión del gobierno de instalar postes abatibles en uno de los tramos más peligrosos en la ruta 32 que conduce hacia Limón es loable, pero poco práctica, según David Gómez, experto en movilidad sostenible, quien aseveró que la solución sería una barrera divisoria cableada que impida adelantamientos peligrosos.
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Y es que al ser una carretera con mucho tráfico en condiciones de poca visibilidad por la neblina en algunos momentos y muchos furgones, la lógica consecuente es que los postes abatibles sean dañados con regularidad.
De hecho, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) reconoció este viernes que una parte de los dispositivos que se colocaron hace dos semanas ya fueron destruidos por los conductores.
En ese sentido, Gómez explica cuál sería la solución ideal.
“Es buena idea invertir en elementos de prevención. Sin embargo, una autopista con tanto tráfico pesado como la ruta nacional 32 necesita elementos más duraderos y que verdaderamente generen seguridad. El propósito es loable: incrementar la visibilidad y disminuir conductas peligrosas, pero la herramienta usada no logra ese propósito, o al menos no el de disminuir conductas peligrosas. Al ser un elemento tan fácilmente violable con un furgón, se convierte casi en un juego. Una posible solución es configurar esos 36 kilómetros de la ruta 32 como una vía 2+1, en la que una barrera divisoria cableada impida adelantamientos peligrosos”, dijo Gómez.
La idea es que esa barrera oriente a los conductores y permita alternar el doble carril de lado según la topografía y condiciones específicas de cada tramo.
Este viernes, las autoridades hicieron un llamado a los conductores a proteger los postes abatibles.
Asimismo, el gobierno indicó que insistirá en estos dispositivos para proteger la vida de los conductores.
En total, el Conavi invirtió ¢67 millones en la colocación de postes abatibles a lo largo de 10 kilómetros. Anteriormente, se indicó que eran ¢200 millones.
“La cantidad de veces que sea necesario reponer estos elementos se hará. ¿Es un gasto? Sí, claramente, pero hagámonos una pregunta, ¿cuánto vale la vida de un padre que no llega a la casa?, ¿cuánto vale la vida de una madre que no puede ver a su familiar?, ¿cuánto vale la vida del comerciante? Esas son el tipo de cosas que tenemos que tener en cuenta cuando vemos un poste dañado, el cual, está en la línea amarilla, en la línea que no debe traspasarse porque está en riesgo de colisión”, dijo Jason Pérez, jefe de conservación Conavi.
