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Domingo, 22 de diciembre de 2024



FORO DE LECTORES


Conexión público-privada y su impacto en el desarrollo energético y la economía nacional

William Villalobos direccionejecutiva@camaracgd.com | Jueves 12 diciembre, 2024


William Villalobos, Director ejecutivo de la Cámara Costarricense de Generación Distribuida


En un contexto donde la competitividad energética es un pilar del desarrollo económico, Costa Rica enfrenta desafíos significativos en su mercado eléctrico. A pesar de que nuestro país es uno de los más caros de la región, se espera en enero del 2025 empiece a regir un aumento de electricidad entre el 9 y 30%.

Ante este panorama, para nadie es un secreto que la generación distribuida emerge como una solución estratégica que, se convierte en indispensable durante la estación seca, cuando la producción hidroeléctrica disminuye considerablemente y cuando se considera que ampliar la infraestructura para aumentar la oferta tradicional energética, implica un alto costo para el Estado. Si a esto le sumamos que entre el año pasado y este el Estado ha invertido aproximadamente 550 millones de dólares en importaciones de combustibles y electricidad que importamos de otros países de Centroamérica, la respuesta parece obvia, como país debemos fortalecer y promover la inversión privada de generación distribuida.

En este sentido, la implementación de sistemas de generación distribuida ha creado más de 500 empleos directos en el sector de energías renovables y tiene un gran potencial para seguir creciendo.

Fortalecer y apoyar la generación distribuida en Costa Rica, representa un valor agregado en la atracción de empresas extranjeras, un significativo avance en materia ambiental y una fuente para potenciar la economía nacional.

Es evidente, que la optimización de costos para las empresas se convierte en un factor trascendental, ya que en algunas industrias, las empresas que han implementado sistemas de autogeneración reportan reducciones en sus facturas eléctricas de hasta un 30% anual. Esto es clave en un país donde los altos costos de producción, comparativamente con otros países de la región, juegan un papel en contra la atracción de inversión extranjera.

Por ejemplo, la industria manufacturera, que consume aproximadamente el 22% de la electricidad del país, también encuentra en la generación distribuida una herramienta para optimizar costos.

El sector turismo, uno de los más importantes para el país porque representa aproximadamente el 8.2% del PIB de Costa Rica, se beneficiaría significativamente de la generación distribuida ya que los hoteles y centros turísticos que implementan sistemas de generación propia pueden reducir sus costos operativos entre un 15% y 25%, según estudios del sector energético, especialmente, durante la temporada alta, cuando la demanda energética alcanza sus picos. Proyectos de generación distribuida se vuelven cruciales para mantener la competitividad y lograr surfear otros baches del sector donde los costos energéticos, si no se cuenta con esta alternativa, son muy altos.

Estacionalidad y Seguridad Energética

Nos acercamos a la estación seca en el país y siendo visionarios debemos reconocer el impacto de la generación distribuida para generar proyectos y procesos de políticas públicas que promuevan la inversión privada en estos proyectos. Durante la estación seca (diciembre-abril), la producción hidroeléctrica puede reducirse hasta en un 40%. Sin embargo, la generación distribuida, especialmente solar, alcanza su máxima eficiencia precisamente en estos meses, complementando perfectamente la matriz energética nacional. En 2023, los sistemas de generación distribuida instalados aportaron aproximadamente 38.256 MWh al sistema, con un potencial de crecimiento significativo.

La innovación y la tecnología nos ha permitido encontrar una alternativa para continuar con el desarrollo energético del país y mantenernos no solo en la cima de la sostenibilidad, sino también de la competitividad, por eso es fundamental mantener a la vista los desafíos que tenemos como país sobre todo en materia regulatoria y en los proteccionismos absurdos que solo buscan mantenernos desconectados del desarrollo económico y la transformación energética.

Como señalan varios artículos publicados esta semana en prensa nacional, existen tensiones entre el ICE y los generadores privados sobre las tarifas y condiciones de interconexión. La ARESEP ha identificado la necesidad de establecer un marco regulatorio que garantice precios justos y acceso equitativo a la red. La experiencia internacional sugiere que un modelo de "net metering" con compensación justa beneficia tanto a generadores como a la red eléctrica nacional. Por eso es pertinente un diálogo crítico sobre como avanzar en un modelo visionario que fortalezca la capacidad energética y sobre todo beneficie tanto a la población como al sector productivo de nuestro país.

La generación distribuida representa una oportunidad única para Costa Rica de fortalecer su competitividad económica mientras mantiene su liderazgo en sostenibilidad ambiental. La implementación efectiva de estas soluciones requiere un esfuerzo coordinado entre sector público, privado. Es hora de pensar en grande y generar una corriente de cambio, acción y desarrollo nacional.







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