Cuide sus palabras
| Martes 26 marzo, 2013
COD OFICINA
Cuide sus palabras
En muchas ocasiones los ejecutivos hablan con sus familias de sus días laborales, sin tener en cuenta quiénes están a su alrededor.
“Cuando se trata de vigilar a un ejecutivo, los delincuentes agotan todos los recursos posibles como hablar con personas ajenas al núcleo familiar, obligándolas a dar cuanta información puedan sobre la dinámica de esa persona”, afirmó Federico Guth, gerente comercial de Securitas.
Monitorear a un ejecutivo no es un asunto difícil pues siempre de una u otra manera se dan fugas de información que pueden afectarlos a nivel personal y profesional.
Para los especialistas hasta la sombra del ejecutivo es controlable por los delincuentes, como popularmente se dice “todos tienen su precio” y quienes rodean al jerarca no son excepciones.
Desde el jardinero hasta el plomero que llegó una única vez, todos son manipulables, pues suelen ser amenazados con hacerles daño a ellos o a sus familias si no colaboran.
Los expertos en materia de seguridad afirman que el ejecutivo debe cuidar lo que dice, si desea comentar algo sobre lo realizado en el trabajo debe hacerlo cuando solo estén ellos y su familia directa.
“A veces los ejecutivos conocen a quien contratan para ciertas labores y confían en que lo que digan no saldrá de ahí, pero no toman precauciones ante una posible amenaza o seguimiento hacia ellos para sacarles datos importantes que ayuden a cometer un delito en contra del ejecutivo”, agregó Guth.
Cuidar qué se dice, cómo, dónde y a quién se le dice puede significar seguridad para el ejecutivo y su familia.
Sharon Cascante
scascante@larepublica.net