Cuotas obrero patronales sofocan sobrevivencia de las pymes

Aplicar un cobro escalonado en cuanto a las cuotas de la Caja, ayudaría a miles de pymes a mantenerse activas y generar empleo cuando más se les necesita.

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Y es que las cuotas obrero patronales se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para miles de emprendimientos, quienes prefieren pasar a la informalidad, antes de pagar a la seguridad social.

Al cierre del año pasado, se registró la pérdida de unas 29 mil microempresas, al comparar el mismo período del 2019.

Las autoridades les ponen el asterisco a esos datos afirmando que la mayoría que desaparecieron fueron las informales, por ende, no tuvieron moratorias en préstamos y demás medidas flexibles.

Sin embargo, en lugar de buscar justificación para que estas desaparecieran, hay que tratar de explicar por qué optaron por ser informales, y así evitar la desaparición de estas.

Hoy día, las cargas sociales para el patrono son del 26%, lo que implica un porcentaje muy alto para los propios estándares de la OCDE, según German Morales, socio director de Grant Thornton.

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Por lo tanto, considera que se les debe hacer diferenciación; específicamente una reducción de tasas en este sector, en el sentido de que se pague solamente un 50% de ellas sobre los salarios de las empresas con categoría de pymes.

“Y la Caja tiene que ser competitiva, de tal forma, que la persona igual pueda decidir pagar un seguro privado si este es menor al que cobra la Caja, en igualdad de condiciones, y solo contribuye a la Caja para cubrir la solidaridad”, agregó.

Siendo la noción generalizada de que para combatir la informalidad y mejorar la recaudación podrían valorarse reducciones en las tasas aplicables a pymes, lo que a su vez permita aumentar la recaudación al ampliarse la base de contribuyentes.

Con la postura del punto de vista empresarial, Gisela Sánchez, presidente de Amcham, pone en la palestra la propuesta de una amnistía total de las cargas sociales para pymes y sugiere el revisar las cargas sociales y trasladarlas a impuestos generales con el fin de abaratar la formalidad.

La iniciativa no está tan alejada de la realidad con respecto a que es un tema sobre el cual la OCDE se ha referido, y el ingreso de Costa Rica como miembro pleno podría incidir favorablemente en que finalmente se logre transformar la estructura del cobro de las cargas sociales.

“La OCDE ha reiterado la conveniencia de mejorar la combinación de impuestos, dado que la estructura actual depende de manera elevada en las cargas sociales. Lo cual afecta no solamente la adecuada recaudación de las cargas sociales sino de forma colateral también la recaudación del impuesto sobre la renta, salario e Impuesto sobre el Valor Agregado”, mencionó, Cristina Sansonetti, socia del área legal de KPMG Costa Rica.

El modelo que se implemente debe ser flexible y ajustado a las nuevas realidades de contratación.