Defenderse de la tramitomanía
Defenderse de la tramitomanía
Según lo señalado en el último informe del Banco Mundial, conocido como Doing Business 2014, Costa Rica mejoró —en términos generales— el clima para hacer negocios en nuestro país. No obstante, si desmenuzamos el citado informe, de las diez variables sometidas a análisis, tuvimos un decrecimiento en seis de ellas, lo cual no es para nada alentador, mucho menos cuando uno de los rubros versa sobre las facilidades para el pago de impuestos.
En ese sentido, resulta importante traer a colación una herramienta que pocas veces es respetada por las administraciones estatales y locales a la hora de tramitar permisos o solicitudes: la de Ley Protección al ciudadano del exceso de requisitos y trámites administrativos.
El objeto de dicha Ley es facilitar y simplificar la relación con la compleja tramitología y la agobiante burocracia nacional. Para esos fines, la ley estipula que la información que se presenta ante una entidad, órgano o funcionario de la Administración Pública (incluidas las Municipalidades), no podrá ser requerida de nuevo por estos para ese mismo trámite ni para otros en esa misma entidad. De igual manera, ninguna entidad o funcionario público podrá solicitar información que una o varias de sus mismas oficinas emitan o posean (¿cuántas veces nos han pedido información que ellos mismos tienen?).
Aún más, cuando se trate de solicitudes para el otorgamiento de permisos, licencias o autorizaciones, vencido el plazo de resolución con que cuenta la dependencia pública sin que esta se haya pronunciado, se tendrán por aprobadas (figura legal conocida como silencio positivo). Para ello será necesario presentar una declaración jurada haciendo constar que se ha cumplido con todos los requisitos necesarios para el otorgamiento de los permisos, las licencias o las autorizaciones y que la Administración no resolvió dentro del plazo correspondiente.
Así las cosas, mientras las autoridades gubernamentales no puedan —y muchos de sus funcionarios no quieran— simplificar y colaborar en la mejora del clima de negocios en nuestro país, debemos utilizar las herramientas que permiten paliar tal omisión, y aprovechar el abanico de oportunidades y ventajas que ofrece Costa Rica en otras áreas.
Lic. Felipe Guevara Leandro
Abogado
fguevara@afc.cr