Derecho a la desconexión y medición de productividad obligan a reformular teletrabajo

Un año y medio después de que se detectara el primer caso de Covid-19 en Costa Rica, es un hecho que el teletrabajo llegó para quedarse.

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Producto de esa experiencia, también es claro que existen vacíos legales que deben llenarse cuanto antes, con el objetivo de evitar abusos laborales y afectaciones a las empresas, según varios especialistas consultados por LA REPÚBLICA.

El derecho a la desconexión, ¿cómo medir la productividad de los colaboradores y cómo constatar las horas de trabajo extra que son reportadas?, son algunos de los problemas que se han generado en la práctica.

Asimismo, existen dudas sobre el costo energético que están asumiendo los trabajadores y sobre las demandas que estarían haciendo algunos empleadores a la hora de contratar solo personal con equipo necesario para laborar.

“Con base en la experiencia que hemos tenido con la pandemia, hemos llegado a la conclusión de que debe darse una reforma legal. Por ejemplo, hoy no existe el derecho a la desconexión laboral, ni tampoco está reglado el derecho al descanso”, dijo Eric Briones, especialista en derecho laboral.

El derecho a la desconexión implicaría que un trabajador pueda negarse a responder mensajes de WhatsApp o correos electrónicos fuera del horario laboral, ya que se consideraría una violación al derecho al descanso del trabajador, ya que en la práctica se están dando casos en que los funcionarios tienen que trabajar más de ocho horas.

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En otros países ya se implementa como parte de la legislación sobre el teletrabajo y por ello, Aida Montiel, diputada de Liberación Nacional ya presentó un proyecto de ley para garantizar ese derecho.

“Esta reforma es un paso adelante al momento histórico que vivimos y la desconexión laboral es un derecho fundamental de los trabajadores. Si termina la jornada laboral, termina. Las nuevas tecnologías deben contribuir a redistribuir los tiempos de trabajo y de descanso y no a extender las jornadas de trabajo”, dijo Montiel.

Durante la pandemia, el teletrabajo aumentó en un 40% en América Latina, según un estudio realizado por el Grupo de Diarios América (GDA) y Tendencias Digitales. En ese sentido, Puerto Rico reporta el porcentaje más alto de consumidores en teletrabajo, con 76%. Le siguen México y Costa Rica con 74 % cada uno.

Con la pandemia la cantidad de teletrabajadores del país pasó de 21.524 en setiembre del 2019 a 282 mil en el mismo periodo del 2020, reportó la Encuesta Continua de Empleo del INEC

En ese sentido, Marcos Amador, coordinador de la Comisión de Derecho laboral del Colegio de Abogados, se refirió a la necesidad de una ley 2.0 en materia de teletrabajo.

“Por la pandemia el teletrabajo crece exponencialmente. Antes era el Estado y algunas empresas, pero ahora, se hizo masivo. Esto nos lleva a la necesidad de hacer algunas reformas a la legislación misma y también hacer unas reformas a la reglamentación del teletrabajo. Hay abusos muy graves, por ejemplo en el MEP, en donde las educadoras tienen que estar escuchando y conectarse con niños, padres de familia y directores, a horas fuera del horario laboral”, dijo Amador.