Desabasto de medicinas y contrabando serían posibles resultados si CCSS incursiona en venta de fármacos

Los costarricenses podrían enfrentar un desabasto de medicinas y un mayor contrabando de fármacos de dudosa procedencia, en caso de que la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ingrese al mercado privado de venta de medicamentos.

La advertencia la hacen varios expertos consultados por LA REPÚBLICA, quienes no solo señalan diversas dudas legales y el acaparamiento del mercado por el plan piloto que impulsa la institución, sino que también alertan de posibles escenarios que afectarían la salud de los costarricenses.

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Y es que la CCSS vendría a darle un giro de 180 grados al mercado de medicinas, ya que por volumen y presupuesto, se convertiría de la noche a la mañana en el jugador número 1 de este subsector de la salud.

“El Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, en principio, siempre apoyará cualquier iniciativa que pueda impactar en bajar el precio de los medicamentos y beneficiar a los pacientes; sin embargo, tenemos que advertir que incluir a la CCSS en el mercado privado podría llevar a desabastecimiento, ya que esta institución ha tenido problemas en el pasado de esta índole y, por su volumen de compra, impactaría todo el mercado (…) Por otra parte, es de esperar que se dé un aumento de contrabando y falsificación de medicinas”, dijo José Gatgens, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica.

El pasado 18 de junio, la junta directiva de la CCSS aprobó que, una vez superados los análisis jurídicos y financieros, se pueda realizar un plan piloto que ponga a disposición de los costarricenses una cartera de hasta 123 medicamentos y productos a precios más bajos.

Este proyecto le permitiría a la CCSS vender medicamentos de venta libre a usuarios, farmacias y hospitales privados a un precio menor que el mercado local. La idea es que haya una reducción de un 90%, según la institución.

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En la lista se incluyen medicamentos para hipertensos, cardiópatas, asmáticos, pacientes epilépticos, con problemas de tiroides y otros padecimientos. Además de bloqueador solar, toallas sanitarias, hidratante, pañales desechables para adulto mayor, Ensure y leche de fórmula para bebés.

El 9 de julio, una vez conocidos los resultados de los análisis financieros, jurídicos y administrativos, se avalaría la apertura de un punto de venta institucional en San José, además de las alianzas con las distribuidoras y los hospitales privados.

No obstante, la propuesta ha sido vista con mucho recelo, no solo por las grandes farmacéuticas agrupadas en la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma), sino también por la industria local que representa la Asociación de la Industria Farmacéutica Nacional (Asifan).

“El plan piloto de la CCSS nos genera muchas dudas en los ámbitos legal, financiero y operativo. Estamos en un mercado de libre competencia donde se debe garantizar la libre concurrencia y la lucha entre iguales, y la CCSS, por su peso y presupuesto, alteraría ese mercado. En Asifan nuestro máximo principio es que haya un mayor acceso a las medicinas por parte de la población, pero este plan nos genera muchas dudas”, expresó Álvaro Camacho, director ejecutivo de Asifan.

Inicialmente, el proyecto está diseñado como un plan piloto que duraría 6 meses, pero la idea de la CCSS es extenderlo lo más que pueda, no solo en cuanto a plazo, sino también en cuanto a fármacos.

“Desde Fedefarma queremos dejar claro que estamos dispuestos a buscar soluciones integrales y en conjunto que favorezca el acceso sostenible y oportuno a los medicamentos, siempre que se respete la libre competencia, así como el marco regulatorio y legal. No tenemos aún toda la información para evaluar si el proyecto es viable legal, económica y financieramente para la institución, así como su congruencia con los objetivos para los cuales fue creada la CCSS, análisis que tenemos entendido fue solicitado por la Junta Directiva. A nivel nacional como en otros países, es sano que el mercado sea competido y con diversidad de medicamentos para atender las necesidades de los pacientes. Entidades internacionales, tales como la OCDE, han recomendado que se mantenga la libertad del mercado, ya que medidas restrictivas como el control de precios han demostrado ser medidas contraproducentes y negativas para el consumidor”, dijo Victoria Brenes, directora ejecutiva de Fedefarma.

La CCSS es un ejemplo de ineficiencia en todo lo que hace; por ello, sería riesgoso para la salud de los ticos permitirle incursionar en un nuevo mercado, según Otto Guevara, consultor político y exdiputado.

“Me parece una locura que la CCSS se meta en el negocio de la venta de medicamentos. La CCSS no hace bien lo que en teoría debería hacer bien, que es dotarnos de un sistema de pensiones que le permita a las personas retirarse con un monto de pensión para solventar todas sus necesidades. Ni tampoco nos brinda un seguro médico adecuado y nos obliga a cotizar para un sistema de reparto de gastos médicos, y ahora pretende meterse en un negocio privado de la venta de medicamentos. Pienso que todo va a salir mal; el manejo de los inventarios va a ser algo absolutamente desastroso, como todo lo que hace el Estado cuando se mete en actividades empresariales”, indicó Guevara.