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Sábado, 12 de abril de 2025



FORO DE LECTORES


Educación Financiera – una necesidad en el diario vivir del costarricense

Emilio Rodríguez emilio.rodríguez@cr.gt.com | Jueves 03 abril, 2025


Emilio Rodríguez


Con frecuencia escuchamos sobre la importancia de una adecuada educación financiera, entendida como el proceso que permita ayudarnos en el día a día a tomar las decisiones más acertadas sobre el uso del dinero, el ahorro y la inversión a nivel personal y familiar.

Esta necesidad queda de manifiesto al observar los datos de la última Encuesta Financiera a Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que muestra que la mitad de las familias costarricenses tienen algún tipo de deuda y del total de los deudores, el 22.5% indica tener deudas con tarjetas de crédito o préstamos personales bancarios, un 20,3% deudas en almacenes comerciales y un 11,4% deudas hipotecarias.

Prácticamente uno de cada tres deudores afirma tener una carga financiera mayor al 30% de sus ingresos, es decir por cada 100.000 colones de ingreso, en promedio destinan al menos 30.000 colones al pago de deudas.

Ante la clara necesidad de educarnos financieramente, realizar un presupuesto puede ser un primer paso. Por presupuesto entendemos contraponer nuestro ingreso a nuestros gastos mensuales (o por un periodo determinado), procurando dejar siempre que sea posible algún porcentaje para el ahorro.

Una vez con el presupuesto establecido, debemos proponernos cumplirlo (acá está la clave del éxito). La prioridad de los gastos dependerá de cada persona, pero normalmente debemos favorecer los gastos de primera necesidad (alimentación, casa, educación, salud) sobre otras erogaciones.

Es claro que vivimos en un país en el que diariamente estamos expuestos a mucha publicidad y presión social que busca hacernos creer que es necesario consumir, lo que nos obliga a actuar de una manera muy cauta de manera que nos detengamos a pensar si los gastos que deseamos hacer son realmente necesarios y nos van a ayudar a solucionar una necesidad real actual y a mejorarnos a futuro, o si, por el contrario, nos van a provocar una felicidad efímera y una larga preocupación con el pasar del tiempo, originada por decisiones equivocadas o no bien analizadas con relación al buen uso de nuestros limitados recursos financieros.

La educación financiera es similar a practicar un deporte, por ello es importante proponernos metas claras y alcanzables, iniciar con algo pequeño e ir incrementando poco a poco, dejando la inercia de lado desde el primer momento (olvidando la frase de “inicio la próxima semana o el próximo mes” y sobre todo creer que es importante lo que hacemos (tener un propósito o una meta). Interiorizar esto es fundamental, ya que como en el deporte, debemos tener claro que al inicio será difícil y habrá “dolor”, que con el paso del tiempo desaparecerá y nos permitirá alcanzar metas que al principio parecen imposibles.

Emilio Rodríguez, Socio de Auditoría de Grant Thornton







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