Primer informe de Política Monetaria del Banco Central
Efectos económicos que finalmente tenga esta crisis son difíciles de predecir
Crisis llegó en un momento en que la economía nacional estaba en proceso de recuperación
Fabio Parreaguirre fparreaguirre@larepublica.net | Viernes 08 mayo, 2020
La incertidumbre generada por el Coronavirus en la economía nacional e internacional hace que las proyecciones de las autoridades sean materia de toma de decisiones por los inversionistas y consumidores más que nunca.
En este momento es complicado tener un escenario concreto de cuáles serán las variables más golpeadas superada esta crisis.
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La economía costarricense enfrenta en la coyuntura actual dos choques en forma simultánea, indica el Banco Central en su primer informe de Política Monetaria.
“Por un lado, un choque externo por la significativa caída en la demanda externa y el endurecimiento en las condiciones financieras internacionales, solo parcialmente mitigado por la caída en los precios del petróleo”, dice el informe.
El otro choque es a lo interno, y que conocemos bien, las cuales se generan por las medidas de distanciamiento social, el cierre de fronteras, suspensión de actividades masivas y el confinamiento, que han provocado menores ingresos para empresas y hogares, con un impacto negativo sobre la demanda agregada y el empleo.
El Banco Central estimó que con estos efectos combinados la producción caerá en un 3,6% para este año, la segunda mayor contracción desde 1950.
Incluso indica la contracción estaría concentrada en el segundo y tercer trimestre de este año, ya que las medidas empezarán a levantarse de forma gradual y más visibles para la economía hasta la segunda mitad del año.
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A partir del cuarto trimestre del 2020 iniciaría un proceso de recuperación gradual, y para el 2021 se prevé un incremento anual de la producción de 2,3%, incluye el informe.
En cuanto a los hogares y su consumo, las proyecciones contemplan una caída de 0,9% en el 2020, esta contracción, (la primera en 38 años) toma en consideración el deterioro en los ingresos de hogares y empresas, indicó el Banco Central.
Esto toma en cuenta el efecto mitigador de los subsidios del Gobierno a los grupos vulnerables que perdieron sus empleos o tuvieron una reducción de su jornada laboral.
Además, se estimó que sin este accionar, el consumo de los hogares habría caído alrededor de 2%.
Para el 2021 se prevé una recuperación del consumo. Dado que el ingreso personal disponible se mantendría en un nivel similar al del año previo, se supone que esa recuperación se da mediante un mayor nivel de endeudamiento.
Riesgos que tomar en cuenta
El Banco Central enumera y califica varios de los riesgos que afectaría a Costa Rica en esta nueva normalidad
Internacionales
- Recesión en socios comerciales Para este 2020 el Fondo Monerario Internacional ya lo calificó de recesivo para todo el mundo, lo que afectará directamente el crecimiento económico de Costa Rica, en especial en exportaciones y sin poder compensar ese faltante por la demanda interna, también disminuida.
- Precio materias primas, en especial petróleo En medida positivo por la baja en los precios de los productos derivados del petróleo, Costa Rica es importador neto en hidrocarburos, pero la volatilidad hace que la incertidumbre sea persistente, la caída este año del precio podría ser de hasta el 30% en el valor en nuestro país.
Nacionales
- Duración prolongada de medidas sanitarias Si las medidas continuaran todo el año e incluso parte del 2021, la contracción económica sería muy fuerte, lo que traería mayor desempleo, un golpe fuerte a las finanzas públicas y a la confianza empresarial.
- Mayor deterioro fiscal Aun cuando Hacienda ha presentado un plan de corto plazo, si se continuara con esto, el golpe se vería en las tasas de interés por una mayor demanda de Hacienda por recursos, que no puede recoger de la economía en impuestos.
- Poca confianza empresarial La incertidumbre genera que los inversionistas no quieran expandir sus operaciones, trabajar con el mínimo y por ende contratación prácticamente en cero, lo que deja el crecimiento económico en números rojos.