El acuerdo con el FMI es mandatorio
Jimmy Hernández jimmy@roecr.com | Jueves 03 diciembre, 2020
Después de las sesiones de diálogo nacional y sus “acuerdos” es necesario que la administración de Carlos Alvarado retome las conversaciones con el FMI.
Existirán protestas de una minoría de la población, es indudable, pero el gobierno debe actuar con firmeza y determinación para el beneficio de la mayoría, no es justo, irse al precipicio económico por unos pocos.
El FMI nos garantiza ante los acreedores actuales y potenciales una conducta de buen comportamiento, y así comenzar la solución del déficit fiscal , lo que redundará en tasas de interés más bajas , sustituir deuda cara por deuda barata, como consecuencia de las mejores perspectivas de las empresas calificadoras internacionales de riesgo.
Es claro que los representantes de la oposición, en la Asamblea Legislativa, no van aprobar más deuda del gobierno sin haber llegado a un acuerdo con este organismo internacional.
La población espera que la propuesta sea con más énfasis en la reducción del gasto del sector público en vez de la creación de nuevos impuestos.
Es necesario retomar la propuesta de venta de propiedades , venta parcial o total de empresas propiedad del Estado en competencia con el sector privado( EPES) como BCR, Telefonía del ICE, Cartera de CONAPE, BICSA y FANAL, el cierre de instituciones que atienden a un mismo sector con duplicaciones y más tramitomanía (p.e. INVU, BANHVI y Ministero de Vivienda) o con altas pérdidas (p.e. CNP, JAPDEVA), eliminar privilegios como las pensiones de lujo y los altos salarios del sector público y sus distinciones ( Proyecto de Ley sobre Empleo Público). Esto reduciría el gasto de planilla del Estado, complementado con un programa de movilidad laboral bien diseñado y otras medidas que estimulen el traslado de esta planilla al sector privado como emprendimientos (Pymes)
La decisión de no tomar decisión es la más cara y peligrosa. Basta ya de “patear la bola hacia adelante” (Procrastinación) pues la economía se autocorrige, con mayores tasas de interés, mayor devaluación y una mayor inflación, que afectaría a toda la población como un impuesto regresivo.
Se acabó el tiempo de diagnosticar y dialogar, ya se tiene suficiente material e información. Llegó la hora de tomar decisiones con determinación y valentía.