El kínder de Gustavo Alfaro debe reforzarse
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 05 julio, 2024
Casi 35 años después de Italia 90, las selecciones nacionales que no son potencias mundiales, juegan hoy un 5-4-1.
Es el sistema táctico de moda, que no utilizan selecciones como España y Brasil, gracias a que tienen en planilla futbolistas explosivos por las puntas, que les facilita a sus respectivos técnicos, jugar preferiblemente un 4-3-3.
Lo interesante es repasar cómo Bora Milutinovic se adelantó a la época y consciente de que Costa Rica podía convertirse en el pato de la fiesta en la cita mundialista, reforzó una retaguardia que lideró Luis Gabelo Conejo, simple y llanamente extraordinario y luego el “gitano” paró una línea de cinco en defensa y dos volantes centrales: Héctor Marchena y Róger Gómez.
Claudio Jara fue el llanero solitario en la zona de ataque, como lo han sido en diferentes etapas en los últimos años: Joel Campbell, Johan Venegas, Anthony Contreras y hoy Manfred Ugalde entre otros.
¿Quiénes marcaron diferencia en Italia 90, si la comparamos con la selección de Oscar Ramírez en Rusia 18, la de Luis Fernando Torres en Qatar 22 y la de hoy de Gustavo Alfaro?
Básicamente dos mediocampistas cuyo talento y nivel futbolístico no lo tienen lamentablemente, la mayoría de los herederos de su puesto, con excepciones como Wilmer López, Walter Centeno, desde luego Bryan Ruiz y Christian Bolaños.
Claro que hablamos de Oscar Ramírez y Juan Cayasso.
La nómina de Gustavo Alfaro no cuenta con futbolistas de esta categoría y cuando observamos el sacrificio de atacantes como Warren Madrigal, Alvaro Zamora, Josimar Alcócer y Manfred Ugalde, se debe reconocer que no están al nivel de delanteros que tuvo Alexandre Guimaraes en los Mundiales 2002 y 2006, como Rolando Fonseca, Hernán Medford, Paulo César Wanchope, Rónald Gómez, Winston Parks, Alvaro Saborío y Willian Sunsing.
La mano de obra era de mejor calidad, pero también de mayor edad y este detalle, obliga a tener ilusión y esperanzas en que la selección más joven de la Copa América 24, que empató con Brasil y derrotó a Paraguay, eleve su rendimiento para observarla más sólida y contundente en la Liga de Naciones en setiembre.
Gustavo Alfaro confía totalmente en su kínder y habla poco o nada de la necesidad de reforzarlo con futbolistas de mayor rodaje. Somos del criterio qué a esta Tricolor, no le vendría nada mal la inyección de nuevas piernas en dos zonas específicas: gestores de fútbol ofensivo y mayor potencia física en el ataque.
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