El poder de los pensamientos
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 28 junio, 2019
La influencia de los pensamientos en los procesos de salud y enfermedad, ha sido investigada, entre otros, por el doctor en biología celular Bruce Lipton, autor de varios libros.
Este científico llegó a concluir que el entorno natural de la célula es la sangre y que, a su vez, los cambios en la sangre están determinados por el sistema nervioso.
Este, es el entorno natural de los pensamientos y por lo tanto, desde el punto de vista de Lipton, son los pensamientos y los sentimientos los que pueden enfermarnos, pero también los que tienen la posibilidad de ayudar en la curación.
La física cuántica ha puesto de relieve la importancia de la energía, que es la composición última de la materia.
Todo y todos somos, en nuestra forma física más primitiva, energía. Por eso las nuevas medicinas se orientan más a devolver su equilibrio a la energía, que a modificar químicamente el cuerpo.
Estas afirmaciones han sido también aprobadas por el psicólogo Sergio De Dios González.
Esos desequilibrios muchas veces vienen dados por programaciones hacia pensamientos negativos, que traemos desde la infancia.
Sabemos de madres y padres tendientes a pensar siempre que lo peor podría ocurrir, que de algún modo han heredado a sus hijos ese mismo patrón de pensamientos.
Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison vincularon los pensamientos negativos con un debilitamiento del sistema inmunológico.
En sus estudios llegaron a concluir que aquellos que tienden a ser pesimistas están más expuestos a enfermarse.
“Las emociones juegan un papel importante en el funcionamiento de sistemas del cuerpo que influencian nuestra salud”, destacó el investigador Richard Davidson.
Científicos de la Universidad de Yale, en Connecticut, encabezados por la doctora Becca Levy, señalaron que el pensamiento positivo alarga la vida.
Los psicólogos, en ese centro estudiaron la información aportada por 660 voluntarios mayores de 50 años.
En un artículo escrito por Robert Dilts, uno de los co-creadores y líder de la “Programación Neuro Lingüística (PNL), se indica que se hacen muchos avances en la comprensión de cómo el cerebro dirige el sistema inmunológico.
“Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas y que si se prolonga en el tiempo puede terminar en un problema de salud”, afirma Dilts.
En efecto, usted seguramente habrá escuchado en algún momento frases como “tengo que salir y llueve, seguramente me mojaré y me resfriaré”, entre otras parecidas. Y es muy probable que el pensamiento negativo se cumpla.
Esta tendencia hacia pensamientos negativos la podemos cambiar, pero para ello deberemos salir de nuestra zona de confort.
La tercera generación de PNL hace hincapié en el cambio de todo el sistema y puede ser aplicada a la organización y desarrollo cultural, así como a individuos y equipos.
“Hay demasiado dualismo en la medicina. En la mayoría de los países esto ha evolucionado de manera que la psiquiatría y las especialidades médicas cada vez se han separado más.
La mayoría de las enfermedades orgánicas tienen un impacto psicológico, pero el apoyo psicológico no siempre está disponible”, dice Suzanne O´Sullivan, neuróloga especialista en trastornos psicosomáticos, autora del libro ‘Todo está en tu cabeza’.
El investigador Patrick Drouot habla de una nueva forma de pensamiento que surge del corazón y que es capaz de elevar nuestra claridad emocional.
“El mundo moderno ha sido creado como una extensión de la forma de funcionar del cerebro izquierdo. El corazón tiene que generar una sociedad que provenga de su lógica, que tenga en cuenta lo visible, lo invisible y todo lo que está interconectado en el universo. El corazón sabe hacerlo, el cerebro, no”, afirma.
¿De una sociedad del cerebro a una sociedad del corazón, o a una que integre ambos?
Carmen Juncos Biasutto
Ricardo Sossa Ortiz
Editores jefes y Directores de proyectos