El Ramadán Musulmán y el Yom Kipur Judío
Eric Scharf est@sferalegal.com | Martes 20 abril, 2021
Eric Scharf
Miembro de la Comunidad Judía de Costa Rica
El 13 de abril pasado en el año gregoriano, los musulmanes de todo el mundo empezaron el mes sagrado de Ramadán en su calendario. El Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam. Es un mes de ayuno diurno, de lucha por mejorar, de purificación, perdón, caridad y comprensión del prójimo. Coincide con el momento en que Mahoma recibió su primera revelación del Corán, el libro sagrado del Islam. El sacrificio del ayuno les permite a los musulmanes acercarse a Alá.
En una forma similar, en Tishrei, el primer mes del calendario judío -aproximadamente en el mes de setiembre del año gregoriano-, los judíos celebramos el Día del Perdón o Yom Kipur, que es un día de arrepentimiento, liberación de pecados, purificación, caridad y acercamiento con nuestros seres queridos. Como en el Ramadán musulmán, Yom Kipur es un día sagrado de reflexión y acercamiento de los judíos con Dios.
El Ramadán es una oportunidad para reunirse con la familia y amigos. Los musulmanes acostumbran a desayunar y a rezar todos juntos antes de la salida del sol, y vuelven a reunirse al anochecer para compartir la cena. Igualmente, Yom Kipur suele ser el día del año en que las sinagogas están más llenas, pues los judíos se congregan para rezar y luego terminar el ayuno con cenas familiares muy concurridas.
Previo a esta pandemia que nos ha impedido reunirnos entre amigos y familia, tuve la oportunidad de vivir una de las experiencias más enriquecedoras en mis esfuerzos por la convivencia interreligiosa. Algunos miembros de la comunidad judía de Costa Rica organizamos y ofrecimos a miembros de la comunidad musulmana de nuestro país una cena de Iftar para el cierre del ayuno de Ramadán. Dado que la comida kosher judía cumple las mismas reglas que la comida halal musulmana, no fue difícil elegir platillos y respetar las tradiciones del islam en esta cena.
Pero más que una vivencia culinaria, esa noche fue una celebración de respeto, tolerancia, hermandad, reflexión y espiritualidad. Fue un ejemplo de lucha contra los prejuicios injustificados que suelen separar a los seres humanos y nos privan de grandes amistades, relaciones sociales y, lo más importante, de paz.
Los ayunos de Ramadán y Yom Kipur nos ayudan a ser compasivos frente al prójimo, al vivir en carne propia las carencias y limitaciones que a otros les toca enfrentar de manera obligada por su condición de pobreza, por la pandemia u otras situaciones. También nos enseñan que la fe y la fuerza de voluntad las podemos utilizar para privarnos del placer de la comida con el objeto respetar una disposición religiosa. Pero esa misma fuerza de voluntad puede ser la herramienta que nos permita alcanzar objetivos quizás más difíciles, como procurar conscientemente el diálogo y la convivencia pacífica con los que son diferentes a nosotros.
Deseo que en este mes de Ramadán, tanto musulmanes como no-musulmanes, podamos reflexionar sobre la empatía y la tolerancia, para romper las cadenas mentales que muchas veces nos esclavizan contra la diversidad y el respeto mutuo. El obstáculo no son nuestras diferencias, sino las personas que las utilizan para excluir y discriminar a quienes nos son diferentes. Espero que todos encontremos la forma de experimentar la energía y vigor del “ayuno”, cada uno a nuestra manera, para lograr un mejor entendimiento, una mayor aceptación del pluralismo del ser humano y una sociedad más fraterna.
A los musulmanes de Costa Rica y el resto del mundo, les deseo un Ramadán Mubarak!