El 84% de hospitales sufre mal estado
Gabriela Masis gmasis@larepublica.net | Jueves 07 abril, 2011
Red hospitalaria sufre colapso por negligencia en la gestión para repararla
El 84% de hospitales sufre mal estado
Un 20% de la administración de los centros no cumple con manejo de residuos, ni control de infecciones intrahospitalarias
A la red hospitalaria nacional, al igual que a los centros de salud, les aqueja un serio problema, su infraestructura requiere urgente intervención, un 84% de los edificios está en condiciones críticas.
La antigüedad de las instalaciones unida al casi nulo mantenimiento, o a la atención no oportuna, agrava la situación de la mayoría de estructuras que albergan a hospitales y principalmente a los centros de atención primaria (EBAIS).
En la actualidad un 20% de la red hospitalaria no cumple con las medidas reglamentarias, entre ellas el manejo de residuos, planes de evacuación o contra incendios y previsiones para contrarrestar infecciones intrahospitalarias.
Como consecuencia, el Ministerio de Salud ha girado 760 órdenes sanitarias, en algunos casos para que se tomen acciones inmediatas y otras a manera de apercibimiento.
A la fecha un 55% no ha cumplido la acción sanitaria, ya sea porque solicita prórrogas o porque del todo no la atendió, ello de acuerdo con el seguimiento dado por Salud.
Algunos casos han inducido a girar una orden de cierre total, tal fue el caso de la Clínica de Palmar Norte, o como lo es hoy el del San Juan de Dios, que para junio cerrará los quirófanos y parte de las salas.
Solo el San Juan de Dios en 11 años ha recibido 32 órdenes sanitarias. En lo que va de 2011 ha recibido cuatro acciones, más del promedio anual.
El progresivo deterioro se ha visto reflejado en la caída consecutiva dentro del Indice de Desarrollo Humano, que mide la alfabetización, el acceso a la salud y el ingreso per cápita de cada nación.
En el informe de 2010, Costa Rica cae al puesto 62, mientras que en 2009 ocupaba el 54 y cinco años atrás el 47.
Tras reconocer que las complicaciones podrían obedecer a una conjugación de factores administrativos, financieros, o políticos, María Luisa Avila, ministra de Salud, concretó que principalmente se debían a la rigidez en la gestión.
La Caja Costarricense de Seguro Social es la institución más grande de Centroamérica, con 45 mil empleados y una estructura de alta complejidad, conformada por tres niveles de atención, que son los hospitales nacionales, clínicas periféricas, los rurales o centros de atención básica, distribuidos en las siete regiones.
Un 80% de los padecimientos de los hospitales radican en la gestión y falta de digitalización y unificación de todos los sistemas, dijo Fernando Ferraro, ex gerente médico de la Caja.
En la actualidad la Caja tiene funcionando cuatro sistemas distintos y no cuenta con una red interconectada unificada, que permita la transferencia de datos sobre los asegurados entre hospitales, clínicas y EBAIS, para evitar la duplicación de funciones.
Esa situación, más la emigración de especialistas hacia las clínicas privadas, el recargo de labores administrativas en las jefaturas médicas son producto de la poca flexibilidad en la tramitación.
La Caja debe repensarse, debe hacer cambios significativos y flexibilizarse; si esto implica cambiar leyes, se cambiarán, agregó Avila al enfatizar la necesidad de responder a las necesidades actuales, cuando el patrón de enfermedades y su abordaje han cambiado tanto.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net
El 84% de hospitales sufre mal estado
Un 20% de la administración de los centros no cumple con manejo de residuos, ni control de infecciones intrahospitalarias
A la red hospitalaria nacional, al igual que a los centros de salud, les aqueja un serio problema, su infraestructura requiere urgente intervención, un 84% de los edificios está en condiciones críticas.
La antigüedad de las instalaciones unida al casi nulo mantenimiento, o a la atención no oportuna, agrava la situación de la mayoría de estructuras que albergan a hospitales y principalmente a los centros de atención primaria (EBAIS).
En la actualidad un 20% de la red hospitalaria no cumple con las medidas reglamentarias, entre ellas el manejo de residuos, planes de evacuación o contra incendios y previsiones para contrarrestar infecciones intrahospitalarias.
Como consecuencia, el Ministerio de Salud ha girado 760 órdenes sanitarias, en algunos casos para que se tomen acciones inmediatas y otras a manera de apercibimiento.
A la fecha un 55% no ha cumplido la acción sanitaria, ya sea porque solicita prórrogas o porque del todo no la atendió, ello de acuerdo con el seguimiento dado por Salud.
Algunos casos han inducido a girar una orden de cierre total, tal fue el caso de la Clínica de Palmar Norte, o como lo es hoy el del San Juan de Dios, que para junio cerrará los quirófanos y parte de las salas.
Solo el San Juan de Dios en 11 años ha recibido 32 órdenes sanitarias. En lo que va de 2011 ha recibido cuatro acciones, más del promedio anual.
El progresivo deterioro se ha visto reflejado en la caída consecutiva dentro del Indice de Desarrollo Humano, que mide la alfabetización, el acceso a la salud y el ingreso per cápita de cada nación.
En el informe de 2010, Costa Rica cae al puesto 62, mientras que en 2009 ocupaba el 54 y cinco años atrás el 47.
Tras reconocer que las complicaciones podrían obedecer a una conjugación de factores administrativos, financieros, o políticos, María Luisa Avila, ministra de Salud, concretó que principalmente se debían a la rigidez en la gestión.
La Caja Costarricense de Seguro Social es la institución más grande de Centroamérica, con 45 mil empleados y una estructura de alta complejidad, conformada por tres niveles de atención, que son los hospitales nacionales, clínicas periféricas, los rurales o centros de atención básica, distribuidos en las siete regiones.
Un 80% de los padecimientos de los hospitales radican en la gestión y falta de digitalización y unificación de todos los sistemas, dijo Fernando Ferraro, ex gerente médico de la Caja.
En la actualidad la Caja tiene funcionando cuatro sistemas distintos y no cuenta con una red interconectada unificada, que permita la transferencia de datos sobre los asegurados entre hospitales, clínicas y EBAIS, para evitar la duplicación de funciones.
Esa situación, más la emigración de especialistas hacia las clínicas privadas, el recargo de labores administrativas en las jefaturas médicas son producto de la poca flexibilidad en la tramitación.
La Caja debe repensarse, debe hacer cambios significativos y flexibilizarse; si esto implica cambiar leyes, se cambiarán, agregó Avila al enfatizar la necesidad de responder a las necesidades actuales, cuando el patrón de enfermedades y su abordaje han cambiado tanto.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net