El norte es morado
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 25 abril, 2011
El norte es morado
Una vez más Saprissa, sin ser más, ganó en San Carlos
Mayor posesión de pelota, más remates directos, más remates desviados, más dominio, más de todo, pero menos goles. Así se resume el partido entre San Carlos y Saprissa, que al final de los 90 minutos se selló con victoria de los morados por 2 a 1.
Saprissa sacó este primer juego de las semifinales de la manera soñada, ganando en condición de visitante.
Esta vez no se puede decir que sin apelaciones o siendo mejor, ya que es todo lo contrario. Si en el fútbol se ganara por merecimientos, el partido en el estadio Carlos Ugalde hubiese sido a favor de los locales.
Pero no es así, en el fútbol lo que valen son los goles, las obras, las realidades y ayer fueron los morados los que encontraron el norte en San Carlos y se trajeron los tres puntos, que los dejan a las puertas de la gran final del torneo de verano 2011.
Y es que Daniel Casas, entrenador norteño, hizo todo bien, plantó su equipo para ganar, los mandó a apretar la salida del rival, a tener posesión de la pelota, a rematar de media distancia, pero fallaron en lo imprescindible, en anotar.
Y no es que Saprissa jugó mal o que ganó por suerte. No, los morados supieron, en primera instancia, ser ordenados en defensa y así tener a Víctor Bolívar lejos del peligro, marcar en la medular y contragolpear con mucha velocidad.
La primera parte terminó empatada a cero goles, pocas alternativas en los marcos, pero la sensación de que los locales estaban más cerca de la victoria.
La historia parecía iba a ser la misma en la complementaria, sobre todo porque al minuto 49 de tiro libre, Félix Montoya le calentó las manos a Bolívar, pero muy rápido todo cambió.
Walter Centeno envía centro al área norteña, Armando Alonso recepciona y se lo deja en bandeja a Jairo Arrieta quien fusila a Donny Grant. El arquero rechaza, nadie lo ayuda y el rebote queda en poder de Alonso, quien con feo remate pone el 1 a 0, cuando se jugaban 50 minutos.
Casas reordenó el equipo, metió más ofensiva con Kenny Cunningham y Manfred Russell, a quien con parada espectacular al minuto 60 Bolívar le quitó el empate.
Pero además, Juan Manuel Alvarez se complicó al sacar a David Guzmán, ya que la presión local fue mayor, no solo por la ausencia del contención, sino porque Diego Cordero, no le dio el control de pelota que necesitaba.
Y llegó el empate, merecido empate sancarleño tras una buena acción colectiva, que acabó con pase de Erick Scott a Cunningham, quien tocó rastrero para poner el 1 a 1.
Aparte del empate, al minuto 74, se dio dos más tarde la expulsión de Ricardo Blanco. La mesa estaba servida, el dominio era total y se esperaba el segundo tanto local, sobre todo después de un tiro libre de Alvaro Sánchez que se estrelló en el horizontal.
Pero no, lo inesperado se dio. José Luis López sirvió al área, Douglas Sequeira se escapó de la marca para cabecear en solitario y vencer a Donny Grant al 85.
Se acabó el juego, ganó Saprissa 2 a 1.
Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net
Una vez más Saprissa, sin ser más, ganó en San Carlos
Mayor posesión de pelota, más remates directos, más remates desviados, más dominio, más de todo, pero menos goles. Así se resume el partido entre San Carlos y Saprissa, que al final de los 90 minutos se selló con victoria de los morados por 2 a 1.
Saprissa sacó este primer juego de las semifinales de la manera soñada, ganando en condición de visitante.
Esta vez no se puede decir que sin apelaciones o siendo mejor, ya que es todo lo contrario. Si en el fútbol se ganara por merecimientos, el partido en el estadio Carlos Ugalde hubiese sido a favor de los locales.
Pero no es así, en el fútbol lo que valen son los goles, las obras, las realidades y ayer fueron los morados los que encontraron el norte en San Carlos y se trajeron los tres puntos, que los dejan a las puertas de la gran final del torneo de verano 2011.
Y es que Daniel Casas, entrenador norteño, hizo todo bien, plantó su equipo para ganar, los mandó a apretar la salida del rival, a tener posesión de la pelota, a rematar de media distancia, pero fallaron en lo imprescindible, en anotar.
Y no es que Saprissa jugó mal o que ganó por suerte. No, los morados supieron, en primera instancia, ser ordenados en defensa y así tener a Víctor Bolívar lejos del peligro, marcar en la medular y contragolpear con mucha velocidad.
La primera parte terminó empatada a cero goles, pocas alternativas en los marcos, pero la sensación de que los locales estaban más cerca de la victoria.
La historia parecía iba a ser la misma en la complementaria, sobre todo porque al minuto 49 de tiro libre, Félix Montoya le calentó las manos a Bolívar, pero muy rápido todo cambió.
Walter Centeno envía centro al área norteña, Armando Alonso recepciona y se lo deja en bandeja a Jairo Arrieta quien fusila a Donny Grant. El arquero rechaza, nadie lo ayuda y el rebote queda en poder de Alonso, quien con feo remate pone el 1 a 0, cuando se jugaban 50 minutos.
Casas reordenó el equipo, metió más ofensiva con Kenny Cunningham y Manfred Russell, a quien con parada espectacular al minuto 60 Bolívar le quitó el empate.
Pero además, Juan Manuel Alvarez se complicó al sacar a David Guzmán, ya que la presión local fue mayor, no solo por la ausencia del contención, sino porque Diego Cordero, no le dio el control de pelota que necesitaba.
Y llegó el empate, merecido empate sancarleño tras una buena acción colectiva, que acabó con pase de Erick Scott a Cunningham, quien tocó rastrero para poner el 1 a 1.
Aparte del empate, al minuto 74, se dio dos más tarde la expulsión de Ricardo Blanco. La mesa estaba servida, el dominio era total y se esperaba el segundo tanto local, sobre todo después de un tiro libre de Alvaro Sánchez que se estrelló en el horizontal.
Pero no, lo inesperado se dio. José Luis López sirvió al área, Douglas Sequeira se escapó de la marca para cabecear en solitario y vencer a Donny Grant al 85.
Se acabó el juego, ganó Saprissa 2 a 1.
Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net