Emprendedor crea Bee Café con sabor a miel

Eduardo Sánchez esanchez@larepublica.net | Lunes 14 agosto, 2017

“Por medio de mi marca Bee Café, quiero ofrecer a las personas un producto que realmente huela y sepa a café, y a la vez concientizarlas sobre la importancia de las abejas en la vida y su enorme trabajo polinizando las flores, en especial el cafeto, por eso el nombre de Bee (abeja) Café”. Ronnie Marín, propietario de Bee Café Costa Rica. Esteban Monge/La República

A Ronnie Marín, la pasión por el café le llegó a muy temprana edad, esto lo motivó a ingresar al Instituto Costarricense del Café (Icafe) para estudiar barismo y sumergirse en este mundo.

Durante su proceso de aprendizaje laboró en distintas cafeterías, logrando ampliar su conocimiento sobre el tema, además se dedicó a visitar diferentes zonas cafetaleras y sus beneficios, con el objetivo de ver el proceso desde la recolección y secado hasta el tueste y la catación.

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Desde su experiencia, Marín decidió hacer un cambio y crear una marca que supiera y oliera a café, consciente de que el consumidor pague un precio justo por calidad.

“Por medio de la creación de mi marca Bee Café, quiero ofrecer a las personas un producto que realmente huela y sepa a café, y a la vez concientizarlas sobre la importancia de las abejas en la vida y su enorme trabajo polinizando las flores, en especial el cafeto, por eso el nombre de Bee (abeja) Café”, explicó Marín.

La polinización silvestre de la flor del café sucede a través de las abejas, las cuales aportan un gran beneficio en su tamaño, peso del fruto y semilla, mejorando la calidad y aumentando su producción.

Bee Café es un producto de calidad gourmet y tiene su origen en las montañas de Tarrazú; entre las características del café que se produce en esta zona, la acidez prevalece en su sabor, al realizarse el proceso del lavado, el nivel incrementa.

Este emprendedor oriundo de Escazú, quiso dar una variación a su producto convirtiéndolo en Café Honey, para lograr este producto, se obvia el proceso del lavado, tomando directamente el grano recolectado y secándolo al sol.

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“Esto tiene que llevar el tiempo adecuado, para que los granos no se sequen rápido ni muy lento, evitando su fermentación, de lo contrario terminaría como un café mohoso; el grano hay que llevarlo a un tueste medio, para que dé como resultado una mixtura entre la acidez característica del café de la zona, logrando atenuarla por el proceso de no lavado, generando un sabor dulce, e incluirlo en lo que se conoce en la jerga cafetalera como Café Miel”, dijo el barista.

Actualmente Marín está enfocado en un público meta que le guste el buen café, su producto se posiciona en cafeterías, tiendas souvenirs y restaurantes del país, además tiene proyectado comercializarlo en el portal de Amazon USA, logrando posicionar su marca a nivel internacional.