Emprendedores quedan sin crédito
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Lunes 27 julio, 2009
Falta de activos que respondan como garantía deja a quienes requieren recursos fuera del sistema de Banca para el Desarrollo
Emprendedores quedan sin crédito
Alrededor de ¢228 mil millones no han podido ser colocados por los yerros que tiene la ley que la rige
Gerardo Marín se dedica a la agricultura y es parte de una organización que busca financiamiento para casi 300 pequeños productores turrialbeños, que no son sujetos de crédito en la banca formal por falta de garantías.
Entusiasmado por las oportunidades que anunciaba el gobierno con Banca para el Desarrollo para las pequeñas y medianas empresas, trató de solicitar un crédito para financiar el negocio de producción y exportación de café orgánico a Italia, Israel y a las universidades de Estados Unidos.
A pesar de que este se promocionaba como un sistema diferenciado, igual les pidieron que a cambio del dinero, pusieran las propiedades de las familias que se beneficiarían en condición de garantía.
Tras fracasar con este intento y luego de numerosos esfuerzos, lograron acceder a un préstamo en otro sistema diferente a la Banca para el Desarrollo. Con el apoyo de Organizaciones no Gubernamentales, convencieron al Fondo de Riesgo del Banco Popular a otorgarles ¢30 millones.
Al igual que estos productores, las pymes no han podido formar parte de Banca para el Desarrollo, pese a que este sistema supuestamente fue creado para satisfacer los problemas crediticios que enfrenta este segmento.
El causante de esta falta de acceso es la débil regulación aprobada por los legisladores, que dejó ciertos aspectos en gris como una regulación diferenciada.
Esto es lo que provoca las tasas de interés elevadas, la solicitud de garantías reales como viviendas y fincas, y que para el banco sea más caro operar este tipo de operación que una tradicional.
“Se requiere una reforma para ajustar unos conceptos que dificultan la colocación de dineros. Por ejemplo, los fondos que provienen del peaje bancario tienen un cálculo de interés muy alto, en colones es según la tasa básica pasiva, mientras que en dólares es la Libor, y ambas son cada vez más altas”, señaló Giovanni Castillo, director del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Otro yerro de la ley es que los productores carecen de la contabilidad organizada y un flujo de ventas futuras, que en muchos casos se solicita por parte de las entidades financieras. Al no tenerlos, el riesgo de la operación aumenta y el interés que se cobra sube.
Sumado a ello, los montos que colocaría Banca para el Desarrollo tienen como límite los ¢6 millones, insuficiente como capital de trabajo.
Para los bancos, tampoco resulta atractivo ni rentable colocar este dinero. Como los montos son tan pequeños, se encarece la operación de la entidad financiera. Además, aumenta la cantidad de recursos que deben guardar de provisión ante una pérdida, de acuerdo con lo que estipula la Superintendencia General de Entidades Financieras.
Por este motivo, los casi ¢180 mil millones del peaje bancario destinado para el programa Banca para el Desarrollo están prácticamente congelados.
Natasha Cambronero y Daniel Chacón
ncambronero@larepublica.net
dchacon@larepublica.net
Emprendedores quedan sin crédito
Alrededor de ¢228 mil millones no han podido ser colocados por los yerros que tiene la ley que la rige
Gerardo Marín se dedica a la agricultura y es parte de una organización que busca financiamiento para casi 300 pequeños productores turrialbeños, que no son sujetos de crédito en la banca formal por falta de garantías.
Entusiasmado por las oportunidades que anunciaba el gobierno con Banca para el Desarrollo para las pequeñas y medianas empresas, trató de solicitar un crédito para financiar el negocio de producción y exportación de café orgánico a Italia, Israel y a las universidades de Estados Unidos.
A pesar de que este se promocionaba como un sistema diferenciado, igual les pidieron que a cambio del dinero, pusieran las propiedades de las familias que se beneficiarían en condición de garantía.
Tras fracasar con este intento y luego de numerosos esfuerzos, lograron acceder a un préstamo en otro sistema diferente a la Banca para el Desarrollo. Con el apoyo de Organizaciones no Gubernamentales, convencieron al Fondo de Riesgo del Banco Popular a otorgarles ¢30 millones.
Al igual que estos productores, las pymes no han podido formar parte de Banca para el Desarrollo, pese a que este sistema supuestamente fue creado para satisfacer los problemas crediticios que enfrenta este segmento.
El causante de esta falta de acceso es la débil regulación aprobada por los legisladores, que dejó ciertos aspectos en gris como una regulación diferenciada.
Esto es lo que provoca las tasas de interés elevadas, la solicitud de garantías reales como viviendas y fincas, y que para el banco sea más caro operar este tipo de operación que una tradicional.
“Se requiere una reforma para ajustar unos conceptos que dificultan la colocación de dineros. Por ejemplo, los fondos que provienen del peaje bancario tienen un cálculo de interés muy alto, en colones es según la tasa básica pasiva, mientras que en dólares es la Libor, y ambas son cada vez más altas”, señaló Giovanni Castillo, director del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Otro yerro de la ley es que los productores carecen de la contabilidad organizada y un flujo de ventas futuras, que en muchos casos se solicita por parte de las entidades financieras. Al no tenerlos, el riesgo de la operación aumenta y el interés que se cobra sube.
Sumado a ello, los montos que colocaría Banca para el Desarrollo tienen como límite los ¢6 millones, insuficiente como capital de trabajo.
Para los bancos, tampoco resulta atractivo ni rentable colocar este dinero. Como los montos son tan pequeños, se encarece la operación de la entidad financiera. Además, aumenta la cantidad de recursos que deben guardar de provisión ante una pérdida, de acuerdo con lo que estipula la Superintendencia General de Entidades Financieras.
Por este motivo, los casi ¢180 mil millones del peaje bancario destinado para el programa Banca para el Desarrollo están prácticamente congelados.
ncambronero@larepublica.net
dchacon@larepublica.net