Empresas mexicanas planean eludir importación de granos de EE.UU.
Bloomberg | Jueves 23 febrero, 2017
Uno de los mayores grupos empresariales de México está trabajando en una moneda de cambio para anticiparse a las conversaciones de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): la tarea es encontrar alternativas a las importaciones de granos de Estados Unidos.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), una de las principales cámaras empresariales del país, está examinando países como Brasil y Argentina para agregar nuevas fuentes de soya, maíz y trigo, según Juan Pablo Castañón, presidente del grupo.
Las exportaciones de esos países podrían ayudar a México a ajustarse a las dificultades que una renegociación del TLCAN podría presentar, dijo Castañón.
Asimismo agregó que "la renegociación puede traer implicaciones como sobrecostos en las importaciones y en nuestras exportaciones también, por lo que tenemos que abrir el mercado". Los esfuerzos del grupo aún están en las primeras etapas. La cámara, establecida en 1976, representa a las principales organizaciones agrícolas, industriales y financieras del país, entre otras.
Una medida de las empresas mexicanas para importar materias primas de otros países podría afectar duramente a los agricultores estadounidenses. México es el mayor comprador de maíz producido en Estados Unidos.
Durante 2015, se gastaron unos $2.500 millones, superando los $1.800 millones de Japón, conforme al Consejo de Granos de Estados Unidos.
México ha gastado $800 millones en maíz estadounidense hasta la fecha en la temporada actual.
El país se prepara para mantener conversaciones con Canadá y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha amenazado con retirarse del TLCAN si sus socios no están dispuestos a renegociar un acuerdo que culpa por destruir empleos estadounidenses.
"Quisiéramos continuar con el tratado tal como está, pero tenemos que buscar productores en otra parte del mundo y Brasil y Argentina podrían funcionar", dijo Castañón.
La campaña no se limita a los granos, dijo Castañón. También se están considerando otras importaciones como la carne. "Una economía tan importante como la mexicana requiere tener fuentes seguras de aprovisionamiento", agregó.
Sigma Alimentos SA, la unidad de envasado de carne del conglomerado mexicano Alfa SAB, está examinando países como Brasil y Chile como nuevas fuentes de materias primas, dijo Eugenio Caballero, director financiero.
Cambiar proveedores no es tan fácil como mover un interruptor. México depende en gran medida del ferrocarril para las importaciones de Estados Unidos y Canadá, lo cual no funcionaría para las mercancías de América del Sur. Pero los puertos mexicanos podrían manejar las importaciones del sur, y los beneficios superarían los costos, dijo Castañón.
"Tenemos que abrir nuevos espacios", agregó. "Después veremos cómo vamos en las conversaciones de libre comercio y cómo iremos necesitando las alternativas que estamos construyendo".