Esa increíble japonesa...
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 17 marzo, 2014
Esa increíble japonesa...
De la mano de Sugita, Japón venció a un muy limitado España
Japón fue mucho más que España, y lo venció con un 2 – 0, que sin embargo no refleja la superioridad nipona a lo largo de los 90 minutos, tiempo en el cual las asiáticas tuvieron la oportunidad de golear a su rival.
Japón jugó con dos contenciones, Sugita y Nagano, solo que Hina era la encargada de empezar a armar al equipo asociándose con Hasegawa y pasando la bola de pie a pie, mientras las españolas trataban de armarse, pero con un pobre juego de conjunto y grandes dificultades para salir jugando, lo que provocó rechiflas desde las graderías, porque aun perdiendo dos a cero, paseaban el balón en su zona baja denotando una falta enorme de ideas de conjunto.
La mejor de España fue, pese a los dos goles, la portera Elena de Toro, que una y otra vez frustró las intenciones niponas que pretendían un marcador más abultado.
Por su parte, España tuvo su gran opción, cuando el marcador estaba aún en blanco, al 17', tras una pelota que perdió Kobayashi, provocando que la española García llegara hasta las barbas de la portero Matsumoto, que achicó muy bien y salvó su marco. Lo demás fue De Toro en acción y con un poco de suerte también, como al 35', cuando Miyagawa sola frente al marco, disparó desviado. No obstante, fue esta misma jugadora que al 41', aprovecha un saque de esquina casi olímpico de Sugita, que Elena apenas pudo rechazar cuando entraba en su marco, pero Asato estaba cerca, metió su cabeza e inauguró el marcador.
En la complementaria el guión fue el mismo, y al 51... ¿Quién?, quién si no, Sugita centra un balón que Aitana Bonmati no puede despegar y ahí, en el corazón del área, la carrilera derecha nipona Shiho Matsubara no perdonó y anotó el segundo.
Después de eso más dominio japonés, más opciones desperdiciadas y un paradón de De Toro al cierre, tras remate de Sugita, que la española desvió espectacularmente y que era el gol que Hina merecía para remachar su excelente partido, pero que no se dio.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
@La_Republica