Estrecho de Ormuz: Nudo Estratégico del Conflicto en Medio Oriente
Daniel Suchar Zomer daniel.suchar@hotmail.com | Lunes 22 abril, 2024
Daniel Suchar Zomer, PhD
Analista Financiero. Profesor Universitario.
Email: daniel.suchar@hotmail.com
En los últimos días, las tensiones entre la República Islámica de Irán y el Estado de Israel han alcanzado niveles preocupantes y de mucha tensión en la zona, desencadenando una especie de guerra fría marcada por ataques militares (quirúrgicamente hablando) que agitan las aguas ya turbulentas del Medio Oriente.
En el corazón de estas tensiones se encuentra el Estrecho de Ormuz, una vía de agua vital cuyo control podría tener (una vez más) profundas implicaciones tanto en la economía global como en la estabilidad regional y con impacto global para el planeta.
Ubicado estratégicamente entre Irán y Omán, Ormuz es un cuello de botella crucial para el comercio internacional, siendo el único canal de salida para el petróleo del Golfo Pérsico, así como una gran cantidad de bienes y productos desarrollados en esa zona del mundo.
Con una anchura promedio de más de 60 kilómetros, pero con puntos de estrechamiento de tan solo 33 kilómetros, este estrecho es una arteria vital para países como Irán, Kuwait, Arabia Saudita, Bahréin, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, conectándose más que todo con Europa y el sureste asiático, incluyendo China como principal comprador de hidrocarburos.
Por otro lado, y sin perder de vista el contexto petrolero, Arabia Saudita es el mayor exportador de petróleo crudo y condensado a través del Estrecho. De hecho, el 20% del crudo mundial y el 35% del comercializado por mar, pasa por esta vía marítima, lo que representa un tercio del comercio marítimo global de petróleo. Por lo tanto, todos los ciudadanos del mundo deberían saber de este paso marítimo así sea por cultura general.
Las ultimas sanciones impuestas a Irán por Estados Unidos (2019), llevaron a una escalada de tensiones en el estrecho, con sabotajes a buques que aumentaron drásticamente del precio del petróleo y que terminaron empujando el valor de la gasolina de los estadounidenses y que hoy, pende de un hilo de repetirse dicho comportamiento en los principales mercados del orbe nuevamente.
Ormuz es mucho más que una ruta marítima; es el epicentro de la economía mundial. El petróleo, como materia prima fundamental, alimenta una gama diversa de industrias que van desde la producción de combustibles y plásticos hasta fertilizantes, pinturas, asfaltos o agroquímicos por citar algunos ejemplos. Por lo tanto, cualquier amenaza a la seguridad de esta geografía, ya sea mediante sabotajes o ataques, podría enviar ondas de choque a través de los mercados globales y afectar directamente a millones de personas en el mundo.
En este contexto, es imperativo que tanto las acciones diplomáticas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como los esfuerzos concertados de los países involucrados se centren en garantizar la seguridad y estabilidad del Estrecho de Ormuz. La teocracia reinante en Irán plantea un desafío significativo, ya que su capacidad inmediata e irracional para interrumpir el tráfico marítimo en el estrecho traerá sin lugar a duda, consecuencias catastróficas e inflaciones mundiales peores que el Conflicto entre Rusia y Ucrania.
Además, es crucial reconocer el papel fundamental que desempeña el apoyo político y militar a Israel por parte de otros países árabes de la región, como Arabia Saudita, Jordania, Bahréin e incluso Egipto. Esta alianza es fundamental para contrarrestar la influencia de los grupos terroristas islámicos respaldados por la República Islámica de Irán (Hezbollah en el Sur del Líbano, Al Qaeda en Siria o bien indirectamente, con el Hamás en el enclave de Gaza), que representan una amenaza tanto para la estabilidad regional como para la seguridad global.
En medio de todo esto, se encuentra el precio del petróleo que se ubica ligeramente por encima de los US$87 por barril (Canasta Brent) a la espera de los vaivenes geopolíticos de la zona. Valor que algunos bancos de inversión internacionales o instituciones multilaterales se han aventurado a ubicar el precio del oro negro a tres dígitos (por encima de los US$100), cuestión que sería catastrófica para los importadores de derivados del hidrocarburo, que son prácticamente todos los países del mundo.
El Estrecho de Ormuz no es simplemente un punto en el mapa; es un lugar crítico en el equilibrio geopolítico global. Proteger su seguridad y estabilidad es una responsabilidad compartida de TODO EL PLANETA que requiere una acción concertada y decisiva por parte de la comunidad internacional sin titubeos ni contaminado de temas políticos, pues es un nudo estratégico que afecta hasta el más humilde del planeta.