Evalúan obstrucción de petroleras en políticas climáticas
Bloomberg | Viernes 08 abril, 2016
ExxonMobil, Royal Dutch/Shell y tres grupos del sector petrolero gastan entre todos $115 millones anuales en esfuerzos de defensa pensados para “obstruir” políticas relativas al cambio climático, según nuevas estimaciones publicadas por Influence Map, una organización británica de investigación sin fines de lucro.
La mera vaguedad de la influencia corporativa dio pie al proyecto. Los países someten las empresas a distintos estándares —o ninguno— para las divulgaciones referidas a cómo tratan de influir sobre la política pública y qué costo tiene.
Para obtener sus cifras, Influence Map primero tuvo que definir qué significa realmente “influir”.
Los científicos adoptaron un marco enunciado en un informe de la ONU de 2013 que fue elaborado para ayudar a las empresas a alinear sus políticas en materia de cambio climático con sus estrategias de lobby y comunicación.
Es un enfoque amplio para entender que la influencia incluye no solamente el lobby directo, sino también la publicidad, el marketing, las relaciones públicas, las contribuciones políticas, los contactos regulatorios y las asociaciones comerciales.
Los cinco sujetos de la investigación de Influence Map utilizan dichos órganos para los fines opuestos.
“El gasto directo en la obstrucción de políticas relativas al cambio climático” en ExxonMobil, según el informe, podría ser de $27 millones anuales.
El gasto aproximado de Shell es de $22 millones. El American Petroleum Institute, el grupo sectorial estadounidense de la industria petrolera, puede llegar a gastar hasta $65 millones anuales, y se estima que dos grupos más pequeños —la Western States Petroleum Association (WSPA) y la Australian Petroleum Production and Exploration Association— gastan entre los dos unos $9 millones.
Los grupos de inversores que presionan a favor de políticas más fuertes para el clima gastan menos de $5 millones en esfuerzos de defensa, según los científicos.
Bajo el título “How Much Big Oil Spendson Obstructive Climate Lobbying”, el informe va dirigido a los inversores que están comenzando a hacer más alboroto sobre el tema.
Solamente en 2016, 19 grupos de inversión con conciencia climática presentaron 45 resoluciones ante compañías de petróleo y gas relacionadas con el cambio climático y los gases de efecto invernadero, si bien nueve de dichas resoluciones fueron retiradas cuando las empresas prometieron emprender acciones o continuar las conversaciones.
Algunos de los inversores son la oficina de Contralor del Estado de Nueva York, el Sistema de Retiros Docentes del estado de California, la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos y el pionero de la sustentabilidad, Trillium Asset Management.
Junto con el informe, Influence Map publicó la metodología en tres fases que utilizó para calcular sus estimaciones.
Primero, los científicos aislaron las actividades de extensión específicas que pueden influir en los funcionarios que deciden la política, utilizando registros de actividades de lobby, documentos del servicio de recaudación de impuestos (IRS por su sigla en inglés) e informes anuales para estimar el gasto total.