Falta de agua paraliza construcciones
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Viernes 06 febrero, 2009
Escasez del recurso hídrico frena el otorgamiento de permisos al Norte, Este y centro del Area Metropolitana
Falta de agua paraliza construcciones
• Acuífero Barva-Colima sufre sobreexplotación
Natasha Cambronero y Yessenia Garita
ncambronero@larepublica.net
ygarita@larepublica.net
El acuífero que abastece varias zonas del Norte, Este y centro del Valle Central se encuentra sobreexplotado, por lo que la aprobación de permisos para el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios está prácticamente cancelado.
La fuente Barva-Colima —que abastece esta región— genera aproximadamente 9.720 litros de agua por segundo, mientras que la extracción actual es de 9.800 litros por segundo.
Esto se traduce en un déficit del recurso hídrico que está afectando también el crecimiento inmobiliario en estas zonas.
Inicialmente se exhortó a eliminar la perforación de nuevos pozos en la zona.
Ahora, el temor a sufrir un desabasto en estas comunidades —de al menos un 15%— dentro de seis años si se sigue construyendo, obligó al Servicio Nacional de Riego y Avenamiento (Senara) a solicitar la eliminación de nuevas autorizaciones para construcciones.
“El problema es que si permitimos más construcciones el acuífero tendrá menos capacidad para recargarse con lluvia, lo que reduciría la captación. Además los proyectos residenciales podrían contaminar el agua que actualmente tenemos”, dijo Bernal Soto, gerente general del Senara.
En algunos sectores de la provincia de las flores, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) se vio obligada a restringir el otorgamiento de nuevos servicios públicos, principalmente de agua.
El crecimiento inmobiliario, especialmente en los cantones de San Rafael, San Isidro y Barva, ha provocado una reducción en la dimensión de las áreas de protección de los mantos acuíferos, dejando cada vez menos territorios aptos para la construcción.
“No podemos brindar nuevos servicios de agua bajo ninguna circunstancia en la Reserva Forestal de la Cordillera Volcánica Central, ni en las áreas de protección de las nacientes captadas por la empresa, estas están definidas por la Ley Forestal”, aseguró Natalie Montiel, directora de Acueductos de ESPH.
“Cada construcción, independiente o en conjunto, significa una amenaza latente de contaminación, infiltración de aguas residuales, producción de desechos sólidos”, añadió Montiel.
Entre las municipalidades que han limitado las construcciones se encuentra la de Flores, San Rafael y Santa Bárbara de Heredia.
“Desde el año pasado se incrementaron los acuerdos para tratar de mitigar la problemática que vive la comunidad con el agua. Una de las medidas adoptadas es la restricción de nuevas construcciones de urbanizaciones y condominios”, aseveró Francisco Zumbado, representante del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Flores.
“Si una persona solicita permisos para la construcción de apartamentos, se realiza un estudio, pero para otorgarlos por lo general deben ser menos de cuatro apartamentos”, agregó Zumbado.
Situación similar sucede en Santa Bárbara de Heredia, donde no solo se ha limitado la construcción de pozos de agua con el fin de proteger el recurso hídrico, sino la construcción de nuevos inmuebles residenciales.
“Existe limitación en todos los distritos de Santa Bárbara, pero principalmente en San Juan y San Pedro, lugares que tradicionalmente son de mayor desarrollo urbanístico”, manifestó Luis Alfaro, del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Santa Bárbara de Heredia.
En este cantón existen condiciones para las segregaciones en viviendas, sobre todo en los distritos con prohibición de nuevas edificaciones.
San Rafael de Heredia es otra de las comunidades afectadas por la sobreexplotación del agua.
“Si ellos (ESPH) no brindan el visto bueno para contar con servicios públicos, el municipio no concede el permiso para construir”, dijo Maribel Vindas, representante municipal de San Rafael de Heredia.
En distritos como Los Angeles y Concepción se solicitan estudio de suelos, sobre todo por estar cerca de las áreas de conservación.
La comunidad de Moravia, donde el acueducto es administrado por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), se suspendió únicamente la concesión de permisos para la construcción de pozos acuíferos.
En algunas zonas como San Jerónimo, que limita con Santo Domingo de Heredia, el agua es administrada por la comunidad y allí existen restricciones en construcción, explicó Iván Arce, del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Moravia.
Pese a ello, existen algunas áreas delimitadas con una serie de requisitos que si son cumplidos se autoriza la construcción. Algunas de ellas son San Vicente y la Trinidad en Moravia.
“Si los proyectos no son densos en población en relación a los metros cuatros de construcción se les autorizan, de lo contrario no podemos darnos ese lujo”, afirmó Soto.
Una cuantificación de los proyectos inmobiliarios a los que no se les ha autorizado la puesta en marcha de sus obras, es inexistente, ya que las municipalidades no copilan esos datos.
La cancelación de nuevos permisos municipales también golpeó algunos desarrolladores, pues esta disposición ocasionó la congelación de proyectos urbanísticos. Tal es caso de la empresa Arquitectura y Diseño, que tuvo que dejar de lado el desarrollo de un condominio en Belén.
“Teníamos personas interesadas en construir un complejo residencial en la zona de Belén, pero la problemática del agua nos impidió llevarlo a cabo. En esta región hay muchos problemas por la recarga de agua”, dijo Jorge Montenegro, arquitecto de la firma constructora.
Falta de agua paraliza construcciones
• Acuífero Barva-Colima sufre sobreexplotación
Natasha Cambronero y Yessenia Garita
ncambronero@larepublica.net
ygarita@larepublica.net
El acuífero que abastece varias zonas del Norte, Este y centro del Valle Central se encuentra sobreexplotado, por lo que la aprobación de permisos para el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios está prácticamente cancelado.
La fuente Barva-Colima —que abastece esta región— genera aproximadamente 9.720 litros de agua por segundo, mientras que la extracción actual es de 9.800 litros por segundo.
Esto se traduce en un déficit del recurso hídrico que está afectando también el crecimiento inmobiliario en estas zonas.
Inicialmente se exhortó a eliminar la perforación de nuevos pozos en la zona.
Ahora, el temor a sufrir un desabasto en estas comunidades —de al menos un 15%— dentro de seis años si se sigue construyendo, obligó al Servicio Nacional de Riego y Avenamiento (Senara) a solicitar la eliminación de nuevas autorizaciones para construcciones.
“El problema es que si permitimos más construcciones el acuífero tendrá menos capacidad para recargarse con lluvia, lo que reduciría la captación. Además los proyectos residenciales podrían contaminar el agua que actualmente tenemos”, dijo Bernal Soto, gerente general del Senara.
En algunos sectores de la provincia de las flores, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) se vio obligada a restringir el otorgamiento de nuevos servicios públicos, principalmente de agua.
El crecimiento inmobiliario, especialmente en los cantones de San Rafael, San Isidro y Barva, ha provocado una reducción en la dimensión de las áreas de protección de los mantos acuíferos, dejando cada vez menos territorios aptos para la construcción.
“No podemos brindar nuevos servicios de agua bajo ninguna circunstancia en la Reserva Forestal de la Cordillera Volcánica Central, ni en las áreas de protección de las nacientes captadas por la empresa, estas están definidas por la Ley Forestal”, aseguró Natalie Montiel, directora de Acueductos de ESPH.
“Cada construcción, independiente o en conjunto, significa una amenaza latente de contaminación, infiltración de aguas residuales, producción de desechos sólidos”, añadió Montiel.
Entre las municipalidades que han limitado las construcciones se encuentra la de Flores, San Rafael y Santa Bárbara de Heredia.
“Desde el año pasado se incrementaron los acuerdos para tratar de mitigar la problemática que vive la comunidad con el agua. Una de las medidas adoptadas es la restricción de nuevas construcciones de urbanizaciones y condominios”, aseveró Francisco Zumbado, representante del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Flores.
“Si una persona solicita permisos para la construcción de apartamentos, se realiza un estudio, pero para otorgarlos por lo general deben ser menos de cuatro apartamentos”, agregó Zumbado.
Situación similar sucede en Santa Bárbara de Heredia, donde no solo se ha limitado la construcción de pozos de agua con el fin de proteger el recurso hídrico, sino la construcción de nuevos inmuebles residenciales.
“Existe limitación en todos los distritos de Santa Bárbara, pero principalmente en San Juan y San Pedro, lugares que tradicionalmente son de mayor desarrollo urbanístico”, manifestó Luis Alfaro, del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Santa Bárbara de Heredia.
En este cantón existen condiciones para las segregaciones en viviendas, sobre todo en los distritos con prohibición de nuevas edificaciones.
San Rafael de Heredia es otra de las comunidades afectadas por la sobreexplotación del agua.
“Si ellos (ESPH) no brindan el visto bueno para contar con servicios públicos, el municipio no concede el permiso para construir”, dijo Maribel Vindas, representante municipal de San Rafael de Heredia.
En distritos como Los Angeles y Concepción se solicitan estudio de suelos, sobre todo por estar cerca de las áreas de conservación.
La comunidad de Moravia, donde el acueducto es administrado por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), se suspendió únicamente la concesión de permisos para la construcción de pozos acuíferos.
En algunas zonas como San Jerónimo, que limita con Santo Domingo de Heredia, el agua es administrada por la comunidad y allí existen restricciones en construcción, explicó Iván Arce, del departamento de Ingeniería de la Municipalidad de Moravia.
Pese a ello, existen algunas áreas delimitadas con una serie de requisitos que si son cumplidos se autoriza la construcción. Algunas de ellas son San Vicente y la Trinidad en Moravia.
“Si los proyectos no son densos en población en relación a los metros cuatros de construcción se les autorizan, de lo contrario no podemos darnos ese lujo”, afirmó Soto.
Una cuantificación de los proyectos inmobiliarios a los que no se les ha autorizado la puesta en marcha de sus obras, es inexistente, ya que las municipalidades no copilan esos datos.
La cancelación de nuevos permisos municipales también golpeó algunos desarrolladores, pues esta disposición ocasionó la congelación de proyectos urbanísticos. Tal es caso de la empresa Arquitectura y Diseño, que tuvo que dejar de lado el desarrollo de un condominio en Belén.
“Teníamos personas interesadas en construir un complejo residencial en la zona de Belén, pero la problemática del agua nos impidió llevarlo a cabo. En esta región hay muchos problemas por la recarga de agua”, dijo Jorge Montenegro, arquitecto de la firma constructora.