Foxconn desafía a Trump y se lleva inversión a China
Bloomberg | Miércoles 04 enero, 2017
He aquí un desafío al plan del presidente electo Donald Trump de devolver empleos a Estados Unidos antes de su investidura el 20 de enero.
En un anuncio hecho justo antes del Año Nuevo, Hon Hai Precision Industry Co., empresa insignia de Foxconn, dijo que invertirá $8.800 millones para construir una enorme fábrica de paneles de pantalla para su empresa conjunta con Sharp Corp. Lo más significativo es que la ubicación elegida por Terry Gou, presidente de Foxconn, es China, no Estados Unidos.
La inversión de la empresa conjunta de Foxconn en China será de $8.800 millones.
El obvio revés es que se trata de $8.800 millones en billetes verdes que no serán inyectados en los Estados Unidos de Trump. Pero la pérdida es más profunda.
Entre todas las áreas donde Apple Inc. y sus socios podrían haber encontrado oportunidades de empleos para la manufactura estadounidense, los paneles de pantalla parecían estar entre las más promisorias.
Permítanme una digresión para explicar las diversas etapas de la manufactura del iPhone.
Algunas áreas requieren equipo y materiales costosos, como semiconductores y pantallas electrónicas; otras descansan más en la mano de obra, como el montaje final.
Es el ejército de trabajadores de la línea de montaje de Foxconn el que recibe toda la prensa, pero en el proceso de varias etapas de la producción del iPhone, los trabajadores de otras partes de la cadena logística agregan mucho más valor.
Esta es la gente que armó el multimillonario equipo de semiconductores que produce los procesadores de Apple de la serie A, opera las máquinas que tallan metales y mueve las piezas a través de cada etapa para hacer la brillante carcaza de un iPhone, o guía láminas de vidrio por el coctel de químicos para hacer una pantalla Retina clara como el cristal.
Estos no son empleos sensibles desde el punto de vista del salario, sino la clase de puestos manufactureros de alta calidad que el presidente electo se comprometió a crear.
Si algunas partes del proceso de producción del iPhone deben trasladarse a Estados Unidos para crear empleos valiosos, entonces los mejores candidatos están en las áreas de uso intensivo de capital, como los chips y pantallas, o los procesos automatizados como el tallado de metales y el moldeo de plásticos.
En el caso de las pantallas, donde la sobreoferta llevó al sector a registrar miles de millones en pérdidas en la última década, la construcción de una fábrica en China reduce de inmediato las probabilidades de una planta en Estados Unidos y con ello las perspectivas de nuevos empleos que podrían haber alcanzado a miles.
Y no se trata solo de las pantallas. Cada vez que un fabricante elige invertir en China, está decidiendo no construir en Estados Unidos —en la mayoría de los casos, Estados Unidos ni siquiera se toma en cuenta—. En su haber, lo que Donald Trump ha hecho es obligar a los ejecutivos a considerar la idea de abrir fábricas en Estados Unidos.