Fráncfort surge como destino bancario tras Brexit
Bloomberg | Lunes 27 febrero, 2017
Los bancos que, luego de que se produzca el Brexit, elijan Fráncfort para instalar allí su centro de actividad autorizado por la Unión Europea (UE), tendrán que establecer sus operaciones a gran escala en el país, y no simplemente montar una oficina con una placa de bronce y banqueros viajando regularmente desde Londres, dijo Andreas Dombret, miembro del consejo ejecutivo del banco central de Alemania.
“No aceptaremos ninguna cáscara vacía ni empresas por correo donde el negocio continúa efectivamente pasando por Londres”, agrego Dombret en un discurso en la capital británica.
Además agregó que esto incluye "la banca de volar-y-conducir, donde los banqueros vuelan diariamente desde Londres, o las operaciones en las que las transacciones se inscriben en la filial de la UE pero, en los hechos, se ejecutan en Londres".
Fráncfort está emergiendo como el destino favorito de los bancos globales como Goldman Sachs y Citigroup que necesitan establecer bases nuevas o expandidas dentro de la UE para mantener su acceso al mercado único después de que Reino Unido termine de retirarse del bloque.
La capital financiera de Alemania ya alberga a Deutsche Bank, el Banco Central Europeo y parte de BaFin, uno de los pocos reguladores de la UE con experiencia en supervisar el complicado comercio de derivados.
Para funciones críticas como la dirección ejecutiva y el cumplimiento, tendrá que haber personal calificado presente a tiempo completo en la nueva subsidiaria de la UE, dijo Dombret.
Dombret también dijo que una “carrera hacia el fondo” en la regulación financiera debe evitarse mientras el Reino Unido se prepara para separarse de la UE. Sus comentarios se hicieron eco de una advertencia similar emitida el mes pasado por Wolfgang Schaeuble, ministro alemán de Finanzas.
La UE otorga una decisión de equivalencia a países fuera del bloque cuando considera que sus normas y supervisión en determinadas áreas son tan sólidas como las de la UE.
Esto permite a las empresas establecidas en ese país no perteneciente a la UE vender servicios en el mercado único sin penalización y supervisarse en el propio país.