Gasto fijo y expansivo sofoca al gobierno
Gabriela Masis gmasis@larepublica.net | Jueves 09 septiembre, 2010
Obligaciones fijas crecen comprometiendo cada vez más los reducidos ingresos del Estado
Gasto fijo y expansivo sofoca al gobierno
Aumento de egresos se explica en ajustes de pensiones, salariales, en la contratación de 18 mil empleados públicos y programas sociales como Avancemos
El crecimiento del gasto del gobierno central en los últimos años, es una ola expansiva que no tiene retorno.
Tras haber registrado en los años anteriores a 2006 incrementos promedios de 11 puntos en relación al Producto Interno Bruto (PIB), a diciembre de este año dicho gasto experimentará un crecimiento a 17,3% en relación al PIB.
Eso implica un aumento de cinco puntos porcentuales del PIB en el último cuatrienio (2006-2010).
Solo de junio de 2009 a junio de este año los egresos aumentaron un 26,5%, de acuerdo con la Revisión del Programa Macroeconómico del Banco Central.
Esta escalada de aumentos vertiginosos en el gasto, se acelerará con el nuevo incremento de un 16% contemplado en la Ley de Presupuesto Nacional para el 2011.
La expansión del gasto fijo se explica en ajustes de pensiones, aumentos salariales, en nuevas contrataciones y en la atención de programas como Avancemos.
El problema no está precisamente en el gasto, sino en el tipo de gasto y en la caída de los ingresos, comentó el economista Welmer Ramos.
Al aumentar los gastos corrientes se entra en una ola expansiva, ya que éstos no pueden disminuirse, contrariamente siguen aumentando sin capacidad de retorno, explicó Oswald Céspedes.
“La política fiscal asumida se da por necesidad apremiante, y se viene a dar en momentos en que la producción está cayendo”, destacó Céspedes.
Es criterio de los analistas que el Gobierno debería aumentar los egresos no corrientes para dar paso a la reactivación económica, con la construcción de nueva obra pública, puentes, carreteras y no creando burocracia.
El Gobierno optó por fortalecer los programas sociales, a fin de que la recesión no deteriore más la pobreza, argumenta Céspedes.
Si bien el desenfrenado aumento en los gastos está poniendo a la economía nacional en seria situación, su contraparte no deja de ser otro problema.
Los ingresos han venido de capa caída, prácticamente en los últimos cuatro años no se regitran aumentos. En 2006 el aumento fue de un 14,2% mientras que en el 2010 la recaudación fue de un 14%.
Las causas principales, entre otras, son una baja recaudación en casi todos los tributos: ventas, renta, sobre salarios, y una pérdida en el dinamismo de la actividad productiva de acuerdo con lo señalado por algunos analistas.
En solo ventas la CGR reporta una evasión de un 50%. A lo que se adiciona que al 85% de la actividad profesional no se le cobra tributos.
La fuerte caída de los ingresos no fue por voluntad del Gobierno, sino por una caída en la producción explica Céspedes.
Ahora el financiamiento de esos gastos recurrentes pondrá en una situación difícil al gobierno, pues la deuda pública total (interna y externa) pasaría de 44% del PIB registrado en el 2009 a un 54% en el 2014, lo que representa un crecimiento de diez puntos porcentuales del PIB, analiza Céspedes.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net
Gasto fijo y expansivo sofoca al gobierno
Aumento de egresos se explica en ajustes de pensiones, salariales, en la contratación de 18 mil empleados públicos y programas sociales como Avancemos
El crecimiento del gasto del gobierno central en los últimos años, es una ola expansiva que no tiene retorno.
Tras haber registrado en los años anteriores a 2006 incrementos promedios de 11 puntos en relación al Producto Interno Bruto (PIB), a diciembre de este año dicho gasto experimentará un crecimiento a 17,3% en relación al PIB.
Eso implica un aumento de cinco puntos porcentuales del PIB en el último cuatrienio (2006-2010).
Solo de junio de 2009 a junio de este año los egresos aumentaron un 26,5%, de acuerdo con la Revisión del Programa Macroeconómico del Banco Central.
Esta escalada de aumentos vertiginosos en el gasto, se acelerará con el nuevo incremento de un 16% contemplado en la Ley de Presupuesto Nacional para el 2011.
La expansión del gasto fijo se explica en ajustes de pensiones, aumentos salariales, en nuevas contrataciones y en la atención de programas como Avancemos.
El problema no está precisamente en el gasto, sino en el tipo de gasto y en la caída de los ingresos, comentó el economista Welmer Ramos.
Al aumentar los gastos corrientes se entra en una ola expansiva, ya que éstos no pueden disminuirse, contrariamente siguen aumentando sin capacidad de retorno, explicó Oswald Céspedes.
“La política fiscal asumida se da por necesidad apremiante, y se viene a dar en momentos en que la producción está cayendo”, destacó Céspedes.
Es criterio de los analistas que el Gobierno debería aumentar los egresos no corrientes para dar paso a la reactivación económica, con la construcción de nueva obra pública, puentes, carreteras y no creando burocracia.
El Gobierno optó por fortalecer los programas sociales, a fin de que la recesión no deteriore más la pobreza, argumenta Céspedes.
Si bien el desenfrenado aumento en los gastos está poniendo a la economía nacional en seria situación, su contraparte no deja de ser otro problema.
Los ingresos han venido de capa caída, prácticamente en los últimos cuatro años no se regitran aumentos. En 2006 el aumento fue de un 14,2% mientras que en el 2010 la recaudación fue de un 14%.
Las causas principales, entre otras, son una baja recaudación en casi todos los tributos: ventas, renta, sobre salarios, y una pérdida en el dinamismo de la actividad productiva de acuerdo con lo señalado por algunos analistas.
En solo ventas la CGR reporta una evasión de un 50%. A lo que se adiciona que al 85% de la actividad profesional no se le cobra tributos.
La fuerte caída de los ingresos no fue por voluntad del Gobierno, sino por una caída en la producción explica Céspedes.
Ahora el financiamiento de esos gastos recurrentes pondrá en una situación difícil al gobierno, pues la deuda pública total (interna y externa) pasaría de 44% del PIB registrado en el 2009 a un 54% en el 2014, lo que representa un crecimiento de diez puntos porcentuales del PIB, analiza Céspedes.
Gabriela Masís
gmasis@larepublica.net