Generemos educación (y empleo) para nuestros jóvenes
Hubert Arias hubert.arias@softland.cr | Viernes 22 febrero, 2019
Según la última Encuesta Continua de Empleo, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 126.100 de nuestros jóvenes entre los 15 y 24 años están desempleados, 28.099 de ellos en el área rural y 98.001 en la zona urbana.
Este dato desgarrador nos obliga a actuar y tomar medidas de inmediato. Una forma de insertar a estos jóvenes a la fuerza laboral consiste en desarrollar una estrategia de capacitación, ofreciéndoles la posibilidad de que obtengan lo que en algunos países se conoce como "nano-degrees".
¿Qué es un "nano-degree"? Es una oferta educativa única, diseñada para cerrar la brecha entre el aprendizaje y los objetivos profesionales. Generalmente es el resultado de la asociación entre líderes de la industria y expertos, que entienden cuáles habilidades están en demanda en el mercado laboral. Los estudiantes se inscriben en una oferta de curso específica (por ejemplo, Introducción a la programación) y lo completan en línea. Normalmente tiene una duración mínima de seis meses y máxima de 12 meses, e incluye la realización de una serie de proyectos y cursos de apoyo, diseñados para ayudarlos a desarrollar habilidades relevantes para el trabajo y crear una cartera para mostrar a posibles empleadores.
La principal ventaja de estos "nano-degrees" es que la empleabilidad de los egresados está prácticamente asegurada, ya que como se mencionó, el currículo o temario es el resultado del análisis y trabajo conjunto entre las empresas demandantes del recurso humano y la academia. Adicionalmente, los resultados se empiezan a ver en el corto plazo.
Normalmente las empresas que apoyan estas estrategias son aquellas que tienen una posición de liderazgo a nivel mundial en sus áreas de especialidad, muchas de las cuales están instaladas en nuestro país. Esto les permitirá a estos jóvenes que hoy están sin trabajo, enfrentarse con lo último en tecnología, aprender de las mejores prácticas a nivel mundial y disfrutar de ambientes de trabajo retadores y de primer mundo, entre otras ventajas.
Siendo conservadores, si logramos darle esta oportunidad al 3% de nuestros jóvenes desempleados, en seis o 12 meses estaríamos sacando de una situación de vulnerabilidad a 3.783 de ellos, ofreciéndoles oportunidades de crecimiento que, de otra manera, muy difícilmente conseguirían.