Grupos Estudiantiles Paralelogramos
Alberto Salom Echeverría albertolsalom@gmail.com | Viernes 02 agosto, 2024
“Cualquier recta secante que pase por el centro
de un paralelogramo, divide a su superficie
en dos partes iguales.”
“Paralelogramo es el cuadrilátero que tiene
los dos pares de lados opuestos.”
Las amigas y amigos no se veían tan frecuente como lo hubiesen deseado. Las tres mujeres del grupo estudian en universidades de los Estados Unidos, por lo que les costaba encontrarse a todos tan frecuentemente como solían hacerlo cuando eran “teenagers” y estaban en el colegio en Costa Rica, el país natal de todas estas jóvenes personas, recién salidas de la adolescencia. Dos de las féminas se dedicaban solamente a estudiar y no tenían pareja. La tercera era la gemela extrovertida de una de las dos jóvenes anteriores y tenía un novio, producto de una relación recientemente establecida. De los varones, uno de ellos era noviero y se había hecho de una “amiga con derechos”, como se dice ahora, en su país de origen; mientras tanto, el otro, había conocido a un joven en España donde estudiaba, del que creía estar enamorado; pero, todavía ocultaba esta relación a su familia y a las amistades costarricenses, un secreto bien guardado. Era la primera vez que se sinceraba consigo mismo al respecto y, como consecuencia de ello, había decidido establecer una relación íntima con otro joven de su mismo sexo, ya que, durante toda la adolescencia, lo asaltaban las inquietudes homosexuales, pero permanecía un tanto abatido por encontrarse lleno de dudas.
Cito de primero a Margarita, quien se apellida Borbón Coto y es la mayor del grupo, pero posee únicamente 26 años. Estudia derecho y también está haciendo la maestría en Finanzas en la New York University (NYU). En su país, aún vive con sus padres en el lujoso barrio Rohrmoser de San José. Las otras dos mujeres son las gemelas Lucrecia y Andreina Loría Schulze; obviamente de ascendencia alemana por el lado materno. Ambas siguen la carrera de psicología en la Universidad de Columbia, ubicada en la ciudad de New York. Las gemelas son apenas dos años menores que Margarita. Las dos están solteras; una de ellas, Andreina, tiene novio, cuya relación acaba de iniciarse. Los otros dos amigos son: Leonel Bajamonte Fernández; su ascendencia por el lado paterno proviene de Palermo, capital de la Isla Siciliana, ubicada al suroeste de la “bota italiana”, en el mar mediterráneo. Leonel es estudiante de economía en la Universidad Nacional, en Heredia, campus Benjamín Núñez, en Lagunilla. El menor de todos, un muchacho de tan solo 21 años, se llama Gerardo Luján Donodelli. Su madre nació en Sao Paulo, Brasil. Por el lado de los Luján, se encuentra que su apellido es un toponímico, en este caso, de origen aragonés; a pesar de que, la familia de los Luján está bien distribuida por diversos lugares de España, especialmente ubicados en La Mancha, la Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón desde luego, Andalucía Oriental y Cataluña.
Por iniciativa de Margarita, que era la más sociable de todos, los cinco planificaron con tiempo, aprovechar una parte de las vacaciones en los Estados Unidos, para encontrarse en la ciudad de New York, conocida como “La Gran Manzana”, o también es común referirse a ella como “la ciudad que nunca duerme.” Toda la planificación del viaje la habían hecho por internet. Ni Leonel, ni Gerardo habían visitado antes la ciudad, aunque no carecían de recursos económicos, ni tampoco les faltaba interés. La razón por la cual nunca habían ido a New York era porque cada uno prefería tomar rumbo a la tierra de sus ancestros: Leonel recurrentemente viajaba a la isla de Sicilia y Gerardo se iba para Aragón, haciendo siempre una parada de rutina, aunque estratégica en Madrid, porque le encantaba la ciudad y, lo más importante para él últimamente, debido a que allí residía Mateo, su pareja.
Los amigos iban a pasar solamente una semana juntos, de ahí que el itinerario acordado era realmente apretado, para poder cumplirlo a cabalidad.
Se aseguraron de que en el cronograma no faltara nada de lo realmente importante. Se basaron en los conocimientos que poseen Margarita, Lucrecia y Andreina, y se ayudaron, además, echando mano de un itinerario que se llama “New York en siete días.” En el primer día decidieron llevar primero a los amigos al corazón de Manhattan. Es el distrito central de la “Gran Manzana”. Margarita y las gemelas pensaban que ahí se encuentran algunos de los principales centros comerciales y financieros del mundo. Es insoslayable -opinaban, además- visitar algunos centros culturales, al menos un museo, recorrer los emblemáticos rascacielos, como el Empire State e ir al mirador del edificio. Luego decidieron pasar un rato por Central Park y, detenerse en el restaurante “Tavern On the Green”, un edificio gótico de la época victoriana, donde Margarita había hecho reservaciones para almorzar. En la lujosa taberna decidieron permanecer un buen rato para conversar y retomar temas que tenían pendientes. Dejaron el final de ese día por la tarde, para visitar el “Museo de Arte Moderno” (MoMA), ya descansados y, bien hecha la digestión.
Durante el relajamiento post almuerzo, Margarita comentó que, según los mensajes familiares por el chat, la situación política en Costa Rica se estaba deteriorando. Sus padres y ella misma fueron electores de Rodrigo Chaves; no solo eso, sino que, habían invertido en bonos de la campaña política, aportando una suma considerable de dinero. Arguyeron entonces con sus amistades más cercanas que Figueres Olsen no debería jamás volver al gobierno. Según Margarita, casi todas las amistades de sus padres se habían mostrado de acuerdo en que, cualquiera antes que Figueres Olsen. No obstante, en este momento expresó Margarita a sus contertulios que, sus padres ya no estaban contentos con la actitud de Chaves. Agregó que, les parecía ahora, un hombre muy prepotente y que no estaba atendiendo seriamente ninguna de las prioridades ni de la economía, ni de la situación social en general, mucho menos de la cultura.
Casi a ninguno de los cinco amigos le gustaba hablar de política, pero era inevitable en este momento que comentaran algo sobre el tema.
-Sí mujer -dijo Lucrecia- me parece entender que en mi casa hay una situación parecida. El hombre anda promoviendo un supuesto proyecto “jaguar” que, al parecer no tiene ni pies ni cabeza. Incluso entendí en un último chat que nos mandaron, que la Sala Constitucional ya se lo había “volado”, diciendo que era inconstitucional. Enseguida le consultó a su hermana Andreina, si ella había entendido lo mismo.
-Lo entendí igualito, sentenció Andreina.
-Leonel sin pensarlo mucho expresó que él jamás podría haber apoyado a Chaves, un improvisado en la política del país, que tenía no sé cuánto tiempo de permanecer fuera del terruño, trabajando como representante del Banco Mundial, en calidad de director en Indonesia. Por cierto, existen versiones -agregó- de que renunció al Banco Mundial, porque fue acusado de haber incurrido en el delito de acoso sexual. Jamás apoyaría a un hombre así.
-Yo no fui a votar -empezó muy quedamente Gerardo. – La verdad mi familia me envió a España después de haber concluido los exámenes de bachillerato, para que me fuera encarrilando en alguna de las universidades de allá, ya fuera en Madrid o en Aragón, donde se encuentra mi familia. Le puse el ojo primero a la Universidad de Zaragoza, una institución pública que está entre las 11 mejores de toda España. Finalmente me decanté por la Universidad Complutense de Madrid y me ha encantado. En Madrid he conocido gente sobremanera interesante, y dibujó una sonrisa maliciosa como queriendo insinuar algo…No todos captaron el gesto, pero sí lo lograron Andreina y Leonel, los cuales se cruzaron unas miradas de complicidad con Gerardo Luján, quien de cierta manera las esperaba ansiosamente.
-Vámonos -se pronunció Lucrecia-, ella era poseedora de una férrea disciplina y, -agregó- desde aquí al MoMA nos toma la caminata cerca de 25 minutos, son las 2:45 y el Museo lo cierran a las 5:30 pm. O sea, dispondremos de un poco más de dos horas para ir a una de las exposiciones temporales.
-Margarita, -levantándose de su asiento- les hizo saber que, entre las gemelas y ella habían escogido ir a una exposición de Isaac Julien, denominada “Lessons of the Hour”. Julien -postuló casi de memoria la estudiante de derecho- es un aclamado artista nacido en Londres en 1960, hijo de inmigrantes de la isla caribeña de Santa Lucía. Es, además, cineasta y profesor de arte británico, en Londres. En este caso la exposición que vamos a ver -adicionó Margarita- trata sobre fotografías, videos y muralismo acerca de la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos. Adicionalmente, Margarita, antes de salir al MoMA les leyó a sus amigos un extracto de una Monografía sobre el artista, publicada por RTVE televisión (en amp.rtve.es), donde afirma que, “…Julien ha hecho de su trabajo una permanente plataforma de defensa de la cultura gay negra.” Esta cita le encendió a Gerardo todas las luces para conectar inmediatamente con la exposición que iban a visitar.
A pesar del calor que hacía, los estudiantes duraron caminando, un poco más de 20 minutos hasta el Museo de Arte Moderno, en poco tiempo estaban dentro de las instalaciones en plena exposición. Las mujeres del grupo, encargadas de la logística de todo el viaje, habían adquirido con antelación un pase turístico, “The New York Pass”, para disfrutar, cada uno, de una entrada gratuita al Museo. El MoMA es probablemente el museo de arte moderno más importante del mundo. -explicó Margarita- Posee una colección de alrededor de 200.000 piezas, como se puede leer en la crónica.
Antes de entrar a apreciar la exposición de “Lessons of the Hour” de Isaac Julien, a los jóvenes les ofrecieron una rápida guía interactiva sobre algunas de las obras más populares del museo que se encontraban en la quinta planta del MoMA, según se les dijo. Les mostraron entre los cuadros más representativos, entre otros: “La Noche estrellada” de Van Gogh, reconocida por muchos como la obra por excelencia del artista. -contó el narrador- Luego, -prosiguió- les presento “La persistencia de la memoria” de Salvador Dalí; la obra -dijo- es un óleo sobre lienzo y data de 1931. En tercer lugar, el presentador disertó sobre “Las señoritas de Avignon” de Pablo Picasso; fue pintada en 1907, es de estilo cubista y aparecen cinco prostitutas de Barcelona, de la calle de Aviñón. Luego les expuso una representación de “Los Nenúfares”, del impresionista Claude Monet. Les impactó mucho a los que por primera vez apreciaban el “Autorretrato con pelo cortado” de Frida Kahlo; una pintura que expone a la autora tras su divorcio con Diego Rivera. Pudieron escuchar, además, tras las preguntas que formularon, una presentación sucinta de la vida de Frida Kahlo. Por fin, se movilizaron a conocer el platillo de la noche, según lo reconoció la mayoría, “Lessons of the Hour” de Julien. Quedaron mudos, antes de poder reaccionar.
Margarita, Lucrecia y Andreina, decidieron alquilar, para pagar entre todos, una pequeña “Vanette Nissan”. Además, contrataron un equipo inalámbrico para comunicarse con el chofer. Así, estaba todo dispuesto para trasladarse a un restaurante cerca de la casa de Lucrecia y Andreina, donde todos se alojarían, por ser más grande que la residencia de Margarita. Reservaron entonces para cenar, en “Mighty Quin´s Restaurant”, muy cerca de la residencia de las gemelas que vivían en un cómodo alojamiento ubicado en lo que en Costa Rica sería una especie de barrio denominado “East Village”.
Fue para ellos una linda noche, que aprovecharon para contarse vida y milagros, una conversación muy distendida más de carácter personal. Lucrecia y Andreina externaron, cada una lo suyo. Andreina, la más extrovertida, contó “con pelos y señales” de su novio, un hombre galán de origen belga que aparte de su idioma natal hablaba perfecto inglés y algo de español. Los demás, incluida su hermana Lucrecia que, no se daba por enterada de nada de lo que acontecía en la vida de Andreina, se mostraron asombrados de lo que había avanzado ese noviazgo. Diay -dijo Lucrecia- con razón tus calificaciones han desmejorado tanto. Lo expresado por esta gemela, provocó carcajadas en los demás, notando que se arrogaba potestades de madre que nadie le había otorgado, menos Andreina. Así, siguieron alternándose uno a uno, sin mayor novedad, salvo el caso de Gerardo Luján Donodelli, que cuando le tocó su turno, no por casualidad de último, porque se estaba armando de valor para contar lo suyo, de un solo sopetón dijo: -Yo confieso, manifestó- como si estuviera ante un sacerdote, que me he involucrado en una relación “gay”, con un muchacho diez años mayor que yo, madrileño de pura cepa…y por añadidura de la “hi life” …
- Pero ¡cómo puede ser! -Dijeron, casi al mismo tiempo las tres jóvenes mujeres sobresaltadas. Entonces Gerardo se asustó y casi llegó a arrepentirse de haber contado su “gran” secreto… La noche no había concluido todavía.
Este relato continuará en una próxima entrega…