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Martes, 17 de septiembre de 2024



NOTA DE TANO


Guatemala y Costa Rica sin sal, pimienta y mostaza

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 11 septiembre, 2024


Juan Pablo Vargas destacó en el mediocre partido en Guatemala
Juan Pablo Vargas destacó en el mediocre partido en Guatemala


El estadio Doroteo Guamuch Flores se convirtió en un tugurio.

Resulta que después del partido entre las selecciones de Guatemala y Costa Rica, le pondrán candado y será remodelado.

Las vallas publicitarias abandonadas, sin pintura ni brillo, con mucho menos brillo que el mediocre partido que ofrecieron las dos selecciones centroamericanas en su segunda presentación en la Liga de Naciones.

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Como Poncio Pilato, los técnicos Luis Fernando Tena mexicano y Claudio Vivas argentino, pueden responsabilizar al zacate, la tierra, los desniveles y los huecos, el pobre desempeño de las zonas ofensivas de los dos equipos. Así se lavan las manos. ¿Quedarán vestuarios y lavatorios en ese precario?

Ahora, el pésimo estado del terreno de juego no es excusa para esconder realidades y una verdadera es que la Selección Nacional se complica, baja su accionar y pocas veces logra el triunfo, cuando enfrenta a una representación un poco mejor integrada que los postres que se nos ofrecen desde las islas caribeñas.

Guatemala ha mejorado su juego bajo las órdenes de Tena, un estratega de larga trayectoria en el fútbol mexicano y en este largo y aburrido partido frente a la Tricolor, tuvo un par de ocasiones muy claras para abrir la cuenta y quizá cosechar el triunfo por la mínima.

Después de que se les anuló un gol por clara posición prohibida, el ariete Rubio Rubín no pudo acomodarse el balón en la nariz de Patrick Sequeira, a quien probablemente hubiese vencido sin problemas y dos minutos después, Pedro Altán, sin marca y solo frente al marco, le mando un ramo de flores a Sequeira con todas las redes a su disposición.

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Costa Rica no contó con oportunidades de gol tan claras como estas, dado que sus ofensivas y que fueron varias, terminaron en piernas de la retaguardia local, sin poner en apuros al meta Nicholas Hagen en situación apremiante.

Fuese por el estado de la cancha o por el gris desempeño de la artillería de los dos seleccionados, el peso del gris cotejo recayó en las zonas centrales defensivas y en este sentido destacar el trabajo sobre todo de Juan Pablo Vargas y Francisco Calvo, contrario al flojísimo desempeño de Gerald Taylor y la discreta labor de Jeyland Mitchell, a quien ojalá no se le suban los humos a la cabeza después de fichar con el Feyenoord.

La falta de pimienta y picante en los dos seleccionados, no podía tener otro final que ese lógico y justo marcador en blanco.

gpandolfo@larepublica.net







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